María Rivolta comenzó a hacer de su nombre una marca de bijouterie a principios de los ´90 y no tardó en generar presencia en los principales shoppings. En la actualidad, tiene más de 20 locales, tanto en la Argentina como en Chile, Uruguay y los Estados Unidos. Con el concepto de “bijouterie de autor”, la marca logró posicionarse y sigue creciendo al nivel de traspasar los límites nacionales y consolidarse como líder de nicho. Apunta a la mujer actual y moderna que, según la creadora, no tenía opciones en el mercado nacional hasta hace algunas décadas atrás.

“Empecé buscando mi propio estilo de accesorios para vestirme y, en esa búsqueda, descubrí que en el país había muy pocas opciones. Mi padre provenía de la industria metalúrgica, por lo que estaba muy familiarizada con la manipulación del metal. Empezó casi como un juego, como una diversión; pero a la gente le gustó y tuve que tomármelo en serio”, explica la emprendedora en diálogo con Multitaskers, sobre lo que inició en 1995. La idea había nacido años antes, aunque las idas y vueltas de la economía argentina postergaron su ejecución.

Después de realizar los primeros diseños teniendo en cuenta la demanda de las clientas, María Rivolta aplicó sus conocimientos universitarios, ya que en realidad es licenciada en Administración de Empresas. “Por más que encuentres un producto o una idea que funcione, si no bajas eso a la tierra, con números claros y una estructura sólida, lo más probable es que éxito dure muy poco. Por suerte construimos esta marca con una base clara desde el comienzo”, sostiene Rivolta.

Estilo propio

Actualmente son 47 empleados los que sostienen la empresa, que se inició con una inversión de 20 mil pesos mensuales y toda la rentabilidad que obtuvimos la reinvirtieron. Para crecer no hubo trucos mágicos. “El eje siempre estuvo en la identidad de la marca, no solo desde la comunicación, sino desde el producto. Hoy todos nuestros diseños tienen la impronta María Rivolta, por más que encuentres un producto fuera de contexto, si conociste alguna vez la marca, seguro te des cuenta que es nuestro. El estilo, que fue lo que dio vida a la empresa, hoy sigue más vivo que nunca. Y luego construimos el contexto: las góndolas que hoy encontrás en los shoppings son el escenario donde cada diseño encuentra su mejor expresión”, dice a Multitaskers.

Para definir lo que lograron como empresa utiliza tres palabras: impacto, coherencia e identidad. “La gente tiene una experiencia muy diferente a la que encuentra con otros puntos de venta, porque cuando compran un producto sienten que se llevan un poco de esa experiencia, de ese conjunto que es mucho más que solo un objeto para decorarse”, cuenta.

Es precisamente esa claridad del concepto lo consideran que se les facilita abrir camino en otros países. “El modelo de franquicias funciona casi como un consecuencia natural. Los clientes del exterior que conocieron nuestros locales propios nos pidieron llevar la marca a sus países por iniciativa propia. Nuestra tarea fue simplemente acompañar esa demanda”, añade.

Migración a lo digital

En los últimos dos años, comenzaron a migrar inversión de publicidad tradicional a una apuesta más digital. “Tenemos una fuerte apuesta con el e-commerce, queremos que funcione como un local más (o tal vez mejor) y, por otro lado, estamos interesados en abrir camino en Paraguay y Bolivia y crece más en Chile”, suma.

“La rentabilidad no es directamente proporcional con la inversión. Nos dimos cuenta que para funcionar apropiadamente en un e-commerce y en las redes sociales, es necesario acompañar con un cambio en la estructura del negocio; y eso a veces es un poco más lento. Lo más positivo es que es siempre creciente, gracias a que en el mundo online todo es medible, es muy fácil y rápido aprender que funciona y que no”, finaliza.