Todo empresario lo sabe: una de las claves para emprender se relaciona con la capacidad de atender a los cambios que se van suscitando a nivel social y, sobre todo, a las nuevas demandas. Fahad Siddiqui es un Millennial que, además de su interés por viajar y sumar nuevas experiencias, demostró tener un espíritu emprendedor desde muy joven. Fue durante 2010, su último año universitario en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres (LSE), cuando fundó una plataforma destinada a brindar soluciones de vivienda a estudiantes (co-living).

La web evolucionó hasta convertirse en una compañía dedicada al alquiler, compra y desarrollo de centro de unidades en el centro de Londres bajo la marca Share in the City LTD, que ahora forma parte de The Collective Partners LLP y que en marzo de este año fue fondeada por US$ 420 millones y es uno de los principales impulsores del rubro en nuestro país.

En diálogo con Multitaskers, el sitio de American Express para las Pymes, el joven empresario comenta que, en Londres, comenzaron actuando como intermediarios para los propietarios, luego alquilaron propiedades corporativas y, finalmente, recaudaron dinero para desarrollar edificios. “El producto que creamos en Londres fue una adaptación de las residencias universitarias, donde se desarrolló un producto y servicio para crear una experiencia de alquiler profesional y sencilla, exclusiva para estudiantes”, explica.

Siddiqui asegura que, sin embargo, el proyecto comenzó a evolucionar rápido cuando se dieron cuenta que había un amplio grupo de personas que quería algo sorprendentemente similar a lo que buscan los estudiantes. De esta manera, el proyecto fue más allá de lo imaginado inicialmente.

Nuevos desafíos

Luego de su primera experiencia como emprendedor, Fahad no se conformó con realizar un producto exitoso. “Quería tener una nueva experiencia y viajar, como la mayoría de los millennials, así que me convertí en socio y fundador de la única compañía en latinoamérica que hace algo similar con planes ambiciosos: Casa Campus”, explica el empresario. Fahad conoció a sus actuales socios argentinos en 2014, cuando por entonces habían iniciado un negocio de solución de vivienda para universitarios. El emprendimiento comenzó con una ubicación beta fuera de la ciudad, frente al campus de la Universidad Austral. El proyecto costó US$ 5 millones y el capital se recaudó vendiendo las unidades a inversores individuales, quienes les cedían el poder para administrarlas en su nombre.

En la actualidad, como socio y presidente de Casa Campus, Siddiqui afirma que desde la empresa comparten una visión en común: proporcionar la mejor experiencia de alquiler posible a todos los miembros y estimular la participación entre ellos. En este sentido, agrega que tener un objetivo en común es lo que les permite crecer de la manera más efectiva.

Por otro lado, asegura que “el mercado de vivienda para estudiantes es la clase de activos más resistente en el sector inmobiliario y es la opción preferida para todos los fondos de inversión importantes con actividad en el sector”.  Además, explica: “En América Latina no se atiende al mercado general de alquiler ni al universitario, por lo que el mercado es enorme”.

Transparencia y no temer a fallar, las claves

Para el Milennial, la transparencia es la mejor herramienta en los negocios. “Tarde o temprano, la verdad sale, así que es mejor compartirla y alentarla en todo momento”, manifiesta. Por otro lado, considera que hay una tendencia por parte de las empresas a involucrarse con causas de impacto social y que significan un beneficio para la sociedad. En torno a esto, opinó que “los consumidores de hoy, especialmente la Generación del Milenio, responde de manera mucho más favorable a las empresas que participan activamente en causas sociales y ambientales”.

Este tipo de acciones, adhiere, generan un mejor entorno en la empresa y mejora la satisfacción laboral de los empleados. Como hombre de negocios, Siddiqui expresa que hay que sentirse cómodo con la idea de fallar. “Cada falla, grande o pequeña, es una lección. Asumir riesgos es la única forma de aprender”, resalta el londinense.

Visión y realidad

La situación actual para los inquilinos no es buena. Los inmuebles con cualquier experiencia o servicio extra se han limitado solamente a estancias cortas. La calidad de vida de los inquilinos debe respetarse de la misma manera y esto comienza a tener efecto. “Casa Campus tiene una forma única de proporcionar un excelente servicio, por ejemplo, a través del acceso a nuestra aplicación celular para miembros, proporcionándoles también acceso a una comunidad con actividades seleccionadas y eventos que se adaptan a la vida más a largo plazo”, cierra.