Hace 10 años, Ariel Gringaus, actual CEO de Colegium, se sentaba en el banco de una plaza enojado porque no le habían depositado un dinero que esperaba en su cuenta. Había perdido tiempo en ir al banco y esperar en vano. En aquel momento, se preguntaba por qué no se podía ver el estado de la cuenta por Internet. Fue allí cuando se dio cuenta que la información online sería una necesidad de este Siglo, en donde la inmediatez e interconectividad cobrarían total protagonismo. 

Encendiendo motores

Para ese entonces, Ariel estaba asociado con José Manuel Barros, un compañero de la facultad con quien se había lanzado en la aventura de emprender a corta edad. El objetivo de su emprendimiento era cubrir una necesidad real y ayudar a la sociedad con las futuras empresas, pero no era algo que los convenciera del todo para hacerlo durante toda la vida. Por lo tanto, el pensamiento que tuvo a Ariel sentado en el banco de la plaza los llevó a pensar en algo más.

“Entendimos que en los colegios tenía que existir un sistema que permitiera a los padres revisar lo que está pasando con su hijo mientas se va a estudiar. Sumado a la cantidad de labores y responsabilidades que mantienen al colegio tan ocupado que no puede tener la comunicación que quisiera con las familias. Había que intervenir pero de la mejor manera, es decir, con tecnología”, relata el empresario. 

De esta manera, Ariel y José comenzaron a preguntar a los colegios cómo gestionaban el trabajo académico. Muchos de ellos nombraron a SchoolTrack, una empresa manejada por Alberto Bachler, un profesor que, desde su casa, mantenía la plataforma y realizaba todo el trabajo solo. “Hablando con Alberto nos dimos cuenta que este trabajo no era sólo una gestión de la información, sino que además era una herramientas pedagógica poderosísima para los colegios que lo utilizaban”, explica Ariel Gringaus.

Desde allí, Alberto, Ariel y José Manuel se propondrían llevar el emprendimiento a todos los colegios del mundo. El último en sumarse al proyecto fue Jaime Herreros, quien estuvo vinculado con SchoolTrack como alumno de uno de los primeros clientes de Colegium. “Cuando terminó sus estudios superiores lo invitamos a trabajar con nosotros, dado su compromiso y excelencia de su trabajo. En 2009 lo invitamos a convertirse en socio”, expresa Ariel. 

Optimizar procesos para mejorar la educación

La inversión inicial fue de US$ 20.000. Ariel asegura que “más que el dinero, se invirtió mucho tiempo, durante el que José Manuel y yo estuvimos dieciocho meses de trabajo sin goce de sueldo”. Gran parte de lo que les pagaban los clientes era reinvertido en mejorar el producto y poder satisfacer las necesidades de los clientes. A medida que la compañía iba resolviendo las necesidades de los colegios por medio de las soluciones creadas, se dieron cuenta que, al optimizar los procesos de las escuelas, acercás la familia al colegio, entregándole información que antes no tenían a mano. Por otro lado, afirma: “Además, potenciás las clases con herramientas que son inherentes a los alumnos de hoy –nativos digitales-. También mejorás la educación, gracias a que los profesores tienen menos carga y más tiempo para educar”. 

Las claves del crecimiento de Colegium recaen en la dedicación que desde la compañía le dan a entender cada detalle de lo que necesitan verdaderamente los clientes. “Siempre nos preocupamos de que les vaya bien, volviéndonos socios estratégicos en su transformación digital”, destaca Ariel. Actualmente, la empresa tiene más de dos mil colegios como clientes y millones de alumnos sacando provecho de los servicios digitales aportados por Colegium. Para 2019, esperan facturar US$ 10 millones. 

Su sello para los negocios

Desde Colegium tiene una forma bien marcada de hacer negocios, a través de la cual tratan de generar productos de alto impacto, es decir, crear cosas que impacten la vida de las personas. Por otro lado, apuntan a crear algo de utilidad, diferente y, sobre todo, con un servicio excelente. “Para desarrollar cualquier emprendimiento es fundamental estar enfocado, dedicarle tiempo, estar involucrado de lleno, escuchar a clientes y colaboradores. Por último, ser perseverante, ya que nada es fácil”, sugiere el CEO. 

La actualidad y futuro del sector

Desde la perspectiva del empresario, la digitalización escolar aún no se da de manera profunda.  En este sentido, agrega que recién ahora los colegios se están convenciendo de lo necesario que es esta transformación digital. “Nosotros estamos avanzando a pasos agigantados; inventamos el ‘Libro de Clases Digital’ en el año 2000. Sin embargo, el sector educativo avanza mucho más lento que otros sectores como, por ejemplo, el sector bancario o industrial”, cierra el empresario.