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Nanotecnología y carne sintética, la última frontera del campo argentino

Desde las aplicaciones móviles hasta la carne sintética, pasando por la robótica, el big data y las biotecnológicas, el futuro de los negocios agropecuarios está asociado a la innovación. Un repaso por los desarrollos tecnológicos que llegaron para quedarse y cuáles son las novedades que están a punto de saltar la tranquera.

Nanotecnología y carne sintética, la última frontera del campo argentino

Impactará en todo: el cambio tecnológico, cada vez más veloz, ya está transformando la vida social y los sectores productivos. Entre ellos, el sector agropecuario se caracteriza por una gran aceptación y adopción de los nuevos desarrollos, con los que puede asegurarse mayor competitividad y eficiencia. A su vez, un factor decisivo intensifica esa predisposición: el cambio generacional que atraviesa el agro.

“Lo que concebimos como empleo agrario va camino a disminuir sustantivamente y va a empezar a aparecer un empleo mucho más calificado, sobre una más robotizada y sensorizada, con una gran cantidad de demanda de servicios adicionales y diseño de escritorio, más que de efectividad y ejecutividad en terreno”, dijo el especialista Roberto Bisang durante el congreso Agro 2030: Innovación para el desarrollo. “Eso obliga a pensar los perfiles futuros y los modelos de transición”, agregó.

Organizado por la Jefatura de Gabinete de ministros, junto con los ministerios de Agroindustria y Ciencia, además del INTA, ese encuentro se propuso revisar las principales tendencias tecnológicas que hoy definen la vanguardia del sector. En esa línea, las aplicaciones móviles, la nanotecnología, la robótica, la carne sintética, los drones y el big data son algunas de las principales innovaciones que ya están transformando al sector agropecuario. El denominador común: ser sustentables y digitales.

 

Nanotecnología

“La agricultura ya está siendo beneficiada de nanotecnologías que mejoran su productividad”, escribió Daniel Lupi, presidente de la Fundación Argentina de Nanotecnología. En el país, la Red Surcos es pionera en aplicar la nanotecnología para generar productos fitosanitarios. Con desarrollos como 2.4D, un Dicamba y un Picloram, esta empresa santafesina logró expandirse en toda la región y algunos países europeos. “La nanotecnología es un futuro para el medio ambiente dado que permite reducir dosis aportando seguridad para el aplicador y una alternativa  eficiente y rentable para el chacarero en el manejo de plagas con productos tradicionales”, informó la empresa. A su vez, la firma Kran está enfocada en la utilización de burbujas ultra finas para agricultura, ganadería, lechería y acuicultura, entre otras líneas. “Son utilizadas en la agricultura como una herramienta que asegura un menor uso del recurso hídrico y mayor crecimiento de las plantas ya que actúan a nivel de la raíz”, informaron desde Kran.

Robótica

El sector de la maquinaria agrícola es el principal interesado en estos desarrollos tecnológicos. Desde hace años, las cosechadoras, sembradoras y pulverizadoras posee cada vez mayores grados de automatismo y, de hecho, ya existen en el mercado diversas máquinas que no requiere de un operadora para cumplir con sus tareas. La robótica se fortalece con el desarrollo de sensores de potencial creciente, capaces de identificar objetos, plantas, estado de humedad y nutrición del suelo; variables climáticas como humedad relativa, temperatura, velocidad del viento, lluvia, evapotranspiración actual y potencial, entre otras capacidades.

Carne sintética

A mediados de 2017, Bill Gates sorprendió al mundo al invertir 75 millones de dólares en la empresa Impossible Foods, para desarrollar hamburguesas sin carne desde el campo de la agricultura celular. Desde Holanda, la compañía Mosa Meat ya trabajaba en el desarrollo de estos productos: en 2013 presentó la primera hamburguesa de carne sintética, bajo la técnica basada en el cultivo de células madre obtenidas de suero fetal bovino y su crecimiento en tanques biorreactores. “Ya es un hecho que las empresas de capital de riesgo están apostando a este segmento”, dijo Gabriel Delgado, director del Centro e Investigación en Ciencias Sociales del INTA. “Hay incluso emprendimientos de impresoras biológicas 3D que producen cortes de carne vacuna y pollo en base a células animales multiplicadas en laboratorio. Se estima que en los últimos 5 años se han invertido más de 500 millones dólares en estas compañías”, completó.

Apps

Con más de 2,2 millones de aplicaciones disponibles en Google Play y una cifra similar en la tienda de Apple, la oferta de programas cubre desde el manejo de plagas hasta la gestión del riesgo climático o el monitoreo de mercados específicos. Aunque algunas son pagas, la mayoría pueden descargarse gratis. Entre las nacionales, se destaca Caminos Rurales, una app creada por FADA para monitorear la red vial, así como los diversos desarrollos del INTA, entre los que se cuentan Criollo, Márgenes Agrícolas, SEPA Móvil y Precipitaciones.

Drones

La innovación llegó a los equipos voladores no tripulados, conocidos como drones. Son livianos, pequeños y rápidos. Funcionan con energía limpia y generan gran cantidad y calidad de información en tiempo real. Entre los usos más destacados, se encuentran los relevamientos topográficos, que ayudan a identificar zonas del terreno susceptibles de erosión y a confeccionar mapas detallados de las labores agrícolas. Estos equipos pueden detectar malezas sobre rastrojos, estimar rindes, daños por heladas y pérdidas por granizo, realizar un seguimiento del cultivo a partir de imágenes multiespectrales (NDVI), detectar enfermedades, insectos, malezas en el cultivo y hasta el desplazamiento del ganado. Además, cuando están equipados con GPS, todo su comportamiento es programable: pueden salir desde una base, realizar el vuelo con un día y hora prefijado, y una vez terminada la tarea pueden volver a la base para cargar la batería y quedar listos para el próximo vuelo.

No hagas negocios sin ella