En el mundo empresarial, se mencionan a diario alternativas de coaching y la capacitación, tanto que muchas veces suelen confundirse. Ambos son recursos muy utilizados en pymes argentinas como soluciones integrales para lograr concretar sus metas y objetivos. Sin embargo, no son lo mismo y diferenciarlas es clave para comprender su necesidad y momento de aplicación.

El significado de coaching es “entrenamiento”. Aquí el coach acompaña al cliente para conseguir su objetivo personal o profesional. El coach no otorga respuestas, sino que hará las preguntas necesarias para que el cliente razone por sí mismo y llegue a la conclusión. El coaching se enfoca más en las soluciones que en el problema.

Capacitar es involucrar al trabajador para que desarrolle sus habilidades y conocimientos, y así sea capaz de sobrellevar y ejecutar su propio trabajo de forma efectiva. El capacitador es la solución para quien se preocupa por que sus empleados tengan un buen desempeño dentro de la empresa. La capacitación también funciona como medio de integración y favorece el proceso productivo.

Las funciones del coaching son: facilitar la participación, en forma individual o en grupo, para incentivar el desarrollo de competencias y conductas. El coach no tiene por qué ser experto en el tema que trata, pues solamente establece el plan de trabajo y motiva a que se cumplan las metas, dándoles seguimiento.

La capacitación es precisa para quienes buscan mejorar el desempeño laboral de sus trabajadores. Aquí se enseñan las habilidades básicas que son necesarias para el trabajo que se debe realizar. Toda empresa o negocio deberá capacitar a su personal para lograr un perfeccionamiento, y así adaptar a cada colaborador en su puesto de trabajo.

El coaching es un proceso que debe desarrollarse en un periodo corto de tiempo, se necesitan de 10 a 12 sesiones de aproximadamente una hora. Se distingue por que se concentra en el cumplimiento de los objetivos, con esta metodología siempre se verán avances.

La capacitación se efectúa dentro o fuera de la organización, debe concebirse como un modelo de educación y evaluación a través del cual es necesario formar una cultura de identidad empresarial basada en los valores sociales de productividad y calidad en las tareas laborales.

Los objetivos del coaching son: promover una mayor conciencia en las relaciones y habilidades interpersonales, enfatizar la importancia de un cambio generativo y no solamente correctivo de las conductas y capacidades del cliente; enfocar los valores y las creencias de la organización para convertir sus metas en realidades útiles para él y su lugar de trabajo.

Los beneficios que obtiene una organización con la capacitación para los trabajadores son: mejorar el conocimiento del puesto a todos los niveles, y como consecuencia elevar la moral de la fuerza de trabajo, estimulando al colaborador a mejorar su relación con jefe y compañeros.

Sea cual sea la metodología a la que vaya a recurrir, tome en cuenta que coaching y capacitación deben cumplir con los objetivos y los principios personales, profesionales y laborales de cada uno de los trabajadores.