Los planes de formación “a medida” ganan cada vez más espacio entre las pymes. Cómo se diseñan los programas. Qué debe tenerse en cuenta antes de avanzar en esta dirección.
Los programas in-company ya no sólo están de moda en las grandes empresas. Ahora, también, se han expandido entre las pymes, que buscan así incentivar y fortalecer las capacidades intrapersonales y el trabajo en equipo, en profesionales de diferentes niveles y áreas funcionales de una organización, para el logro de objetivos. Multitaskers habló con especialistas del tema, quienes contaron las claves para su óptima implementación.
Antes de desarrollar este tipo de proyecto es importante, según los especialistas, diferenciarlo de otros programas como, por ejemplo, uno genérico de una universidad. “La principal diferencia entre un in-company con un programa genérico radica en la preparación a medida de todos los aspectos que hacen a la organización, ya sea desde los contenidos académicos seleccionados, casos a exponer o metodología utilizada”, afirma Federico Molina, director de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica Argentina (UCA).
"La capacitación de los empresarios pyme ha crecido en los últimos años."
Por otra parte, Guillermo Grünwaldt, director de la Escuela de Negocios del Instituto para el desarrollo empresarial de la Argentina (IDEA), agrega que los programas in-company son “desarrollados desde una perspectiva empresarial y no académica” y que su objetivo es “favorecer el acceso a las mejores prácticas gerenciales y fortalecer las habilidades y competencias requeridas a la hora de gestionar una organización”.
Este tipo de planes elaborados adhoc varían de acuerdo a las demandas que proponga cada una de las empresas. Su objetivo es adaptarse a las necesidades concretas de cada negocio y elaborar un plan a medida de cada institución. Bajo esta lógica, Grünwaldt, dice que “cada proyecto se basa en un profundo entendimiento de cada negocio y sus procesos, dando respuestas a demandas específicas y generando una solución educativa única que responde a la cultura de la organización y su gente”. Para Molina, por ejemplo, se sugieren “diferentes propuestas que tengan como marco principal el sector específico de la institución, como así también la propia estructura y comportamiento organizacional”.
Cómo diseñarlo
“El proyecto del programa es una etapa esencial de la capacitación y requiere de la participación de todos los stakeholders (quienes pueden afectar o son afectados por las actividades de una empresa)”, expresa el director de la Escuela de Negocios de la UCA y añade que es importante “conocer las cualidades de los futuros participantes para el diseño del programa”, ya que no hay que olvidar que “el factor humano debe estar integrado en todo el programa”.
Los programas de capacitación, para lograr una mayor efectividad en los resultados, requieren de tiempo y perseverancia. Así lo confirma el director de la Escuela de Negocios del IDEA: “La pyme debe tener en cuenta que un programa de capacitación forma parte de un proceso de cambio y como tal demanda tiempo, no solo para ver los resultados esperados y tiempo concreto dedicado, sino que también a realizar la cursada, como implementar los conocimientos adquiridos”.
"Se percibe una tendencia a sacar a los ejecutivos de las aulas de una escuela de negocios y llevar a los expertos y facilitadores a la empresa."
Un punto relevante a la hora de diseñar un programa in-company es, realizarlo en conjunto con la empresa que llevará a cabo éste proyecto. Para Molina, el diseño en sí, “es una etapa clave durante la cual se construye el programa de formación gracias a los aportes de la empresa, de la Escuela de Negocios y sus profesores especialistas en la temática”.
Bajo la misma lógica, Grünwaldt considera que hay que “colaborar en el análisis de los procesos organizacionales que está atravesando una empresa o área en particular, trabajando con los responsables de Recursos Humanos y de las áreas de negocio en la definición de las demandas de capacitación y definir de manera conjunta con las empresas un proyecto de formación”.
Beneficios por igual
A la hora de hablar de los provechos y los frutos que genera la elaboración de dichos programas, no se hacen distinción entre las grandes empresas y las pymes. “Los beneficios son los mismos porque para las empresas, sin importar su tamaño, la capacitación es una necesidad concreta, constante e ineludible si se pretende avanzar en el ciclo de crecimiento organizacional de manera efectiva y eficiente”, cuenta a Multitaskers el referente de IDEA y aclara que la diferencia entre ambos está en que la pyme, se acerca a “la capacitación ejecutiva como un medio para iniciar un proceso de profesionalización” mientras que la gran empresa lo hace para “mantener profesionalizados a sus ejecutivos”.
Los beneficios que traen varían de acuerdo a los objetivos y el tipo de capacitación que quiere la compañía. Molina dice que en las pymes, “están relacionados más con la gestión administrativo-financiera, que aportan herramientas concretas y aplicadas para financiamiento y sistemas de control y gestión; con módulos sobre marketing, o también, con contenidos de recursos humanos que permitan ser tratados tanto desde una perspectiva legal y contable, como también desde un enfoque humano, profundizando las capacidades que puede tener una pyme para atraer y retener talentos”.
En los últimos años, se han incrementado la solicitud de los programas in-company en Argentina. Así lo expresa Grünwaldt: “Se percibe una creciente tendencia a realizar más programas in-company. Es decir, sacar a los ejecutivos de las aulas de una escuela de negocios y llevar a los expertos y facilitadores a la empresa”. Por otra parte, Molina nota que la capacitación de los empresarios pyme “ha crecido en los últimos años” y que, dada la dinámica que ha tomado el sistema económico a nivel nacional e internacional, “se busca en los programas ejecutivos un espacio para entender esta realidad y reflexionar sobre ella”.
