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La cerveza artesanal, el negocio que recién explota el 10% de sus posibilidades

Existen más de 600 variedades en el mundo y, en la Argentina, sólo se le dio lugar al 10%. A pesar de la crisis, el mercado sigue vigente y la brecha de consumidores se amplió notablemente. Cuáles son los gustos que más se eligen y por qué las cervezas industriales se metieron en el rubro de las artesanales.

La cerveza artesanal, el negocio que recién explota el 10% de sus posibilidades

Aníbal Loggia es presidente de la Cámara Argentina de Productores de Cerveza Artesanal, un sector que viene en fuerte expansión con la aparición de decenas de nuevas marcas y locales especializados. En una entrevista Multitaskers, el sitio de American Express para las Pymes, revela pormenores del negocio y el papel que tienen la calidad e innovación para destacarse sobre el resto.

Hablar del boom de las cervezas artesanales es una obviedad: ¿Cuánto ha crecido el rubro en los últimos años?

Es muy difícil manejar las cifras de cuánto creció en los últimos años. Tanto en 2017 como en 2018 la venta cayó en todos los rubros y en la cerveza también pegó muy feo. En la época de gloria, hace tres o cuatro años, no había un crecimiento porcentual sino exponencial. Era increíble la cantidad de fábricas y de puntos de ventas que abrían a diario. También estaban los que cerraban, que eran los menos; pero nunca se conoció a ciencia cierta los porcentajes de crecimiento o las cantidades de cervecerías que existían. Sí te puedo decir que llegaron a haber entre 1.500 y 2.500 fábricas. La brecha era muy grande porque la mayoría estaban ocultas.

¿Cuáles son los motivos por los cuales creen que se fue expandiendo? ¿Es una moda?

De ninguna manera es una moda. Está muy lejos de serlo. Las modas llegan, logran su plenitud y desaparecen. La cerveza artesanal es un fenómeno que se dio a nivel mundial. No sé qué paso, pero de repente en todo el mundo empezaron a hacerlas. Estamos hablando de la bebida alcohólica más antigua que se conoce en la historia de la humanidad y te digo que la artesanal llegó definitivamente para quedarse. Por otro lado, nadie invierte millones de pesos o dólares en una moda. Te puedo asegurar que la ola mayor todavía no asomó por la Argentina.

¿Qué apoyo tienen del Gobierno para formalizar, ordenar y regular la producción?

En condición de presidente de la Cámara, hasta 2017 me reunía con diferentes organismos para tratar de legislar y de regular la actividad. Iba muy seguido al Ministerio de Agroindustria, por ejemplo. Incluso tuve una reunión con el Vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador. Había mucha garra por parte del Gobierno o del Estado para escucharnos; pero desde hace un año está todo muy planchado. Son muy puntuales los Municipios que tienen la voluntad de querer información para poder habilitar. Hace poco me acerqué al de Quilmes y al de Morón, pero no son muchos.

Al haber cada vez mayor competencia: ¿la calidad y los sabores innovadores terminan marcando la diferencia?

Definitivamente. Si bien ahora estamos en una baja del consumo, de a poco vamos recuperando mercado. El problema es el dinero: antes se tenía el billete para ir a tomar una cerveza y hoy no lo tenés. Y si antes te tomabas cuatro o cinco, hoy te tomás una. Si bien hubo muchos cerveceros que salieron a hacer el famoso dumping, que es vender por debajo del costo, arrastrando y haciendo caer cervecerías chicas; hubo otros que no bajaron el precio y mucho menos la calidad. Y te aseguro que esos son los que, una vez pasada esta etapa, quedarán en el mercado. El público también se pone exigente y se da cuenta cuando una cerveza es buena y cuándo no lo es. En cuanto a los sabores y estilos, hay muchos en la Argentina. Sobre todo, acá se colgaron de la moda de la IPA Americana, pero existen más de 600 variedades, de la cuales en nuestro país no probamos ni el 10%. Ahora están entrando cervezas belgas, caracterizadas por su acidez, que de a poco van logrando aceptación.

¿Qué opina de las marcas industriales que adoptaron los sabores artesanales, como la Imperial IPA?

La cerveza Imperial arrancó siendo dentro de las industriales argentinas una buena cerveza y es como que entró a la cancha junto con las artesanales. El resto de las industriales, como es el caso de Quilmes, salen a buscar desesperadamente nuevos estilos para captar consumidores. Por mucho tiempo, Quilmes manejó el mercado cervecero porque acá no había conocimiento. Recién ahora empezamos a querer mostrarle a la gente todo lo que hay. Te pongo un ejemplo: Heineken, que es la cervecería más grande del mundo, tiene un solo estilo. ¿Y qué paso en Holanda cuando llegaron las artesanales? ¿Cuántos estilos nuevos sacó la marca? Ninguno, porque ellos se manejaron siempre con la misma calidad. Lo que pasó aquí es que las industriales fueron degradando la calidad de sus productos y por eso apostaron por otros nuevos.

¿Tienen una estadística de cuál es el público que más consume las cervezas artesanales? A simple vista diría que los jóvenes más que los adultos: ¿Cuáles son los gustos más consumidos?

Al principio, quienes bebían las artesanales tenían de 30 años para arriba. Hoy se abrió mucho la brecha, de 18 años en adelante. Afortunadamente, vienen consumiendo de todas las edades (de 18 años en adelante). Dentro de los gustos más solicitados, como te decía antes, está la IPA. Después, en el invierno entran en escena las Negras o las de alto contenido alcohólico. En verano, las rubias como las Golden, las de trigo o las IPA en sí mismas, son las que más se están consumiendo. 

¿Hay alguna estrategia de cara al 2019 para mantener o incrementar el consumo?

No hay una estrategia definida. Hoy más que nunca los artesanales tenemos que estar unidos para pasar esta crisis económica que está viviendo Argentina. Una manera es compartiendo las instalaciones o asociándonos con otros para eliminar gastos fijos. La verdad es que no pudimos acompañar la devaluación del peso (o el aumento del dólar), de manera tal que el margen es muchísimo más chico ahora que hace dos años. Es sobrevivir. Es difícil buscar una estrategia. En mi caso personal te puedo decir que nos pasamos el invierno entregando cerveza cualquier día de la semana (incluso sábados y domingos) y a cualquier hora; cuando hay quienes eligen no hacerlo. Eso también es estrategia. Más allá de todo, nunca hay que bajar el precio y la calidad. Tampoco dejarle de dar atención al cliente todas las veces que lo necesite.

No hagas negocios sin ella