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Jimmy Lai: primero ciudadano; luego, empresario

El empresario chino es considerado un héroe por defender los derechos de los ciudadanos en un país. Pertenece a una raza de líderes de negocios que sabe reflejar en sus compañías una forma de interpretar el mundo. Sus mejores frases.

Jimmy Lai: primero ciudadano; luego, empresario

La historia del empresario mediático y textil es particular. Camuflado en un barco de traficantes, partía a los de 12 años alejándose de sus padres y su Guangzhou natal en busca de un futuro mejor. Desembarcó en Hong Kong, la ciudad que lo vio convertirse en niño-obrero textil. La fábrica pasó a ser su casa y lugar de trabajo. El salario: ocho dólares por mes. Fue escalando en una pirámide casi horizontal, alcanzando el título de tejedor. Mientras tanto, entre retazos y agujas, aprendía inglés. El joven Lai fue creciendo y adquiriendo conocimientos sobre cómo funcionaban los engranajes de los mercados. Así, el puesto de encargado de oficina no tardó en llegar. Uno de esos años como encargado utilizó su bono de fin de año para invertir en la bolsa y así, con lo recaudado, pudo adquirir una fábrica en bancarrota. A los 27 años, él y dos socios habían materializado una pequeña fábrica de ropa que, para finales de los ochenta, se convertiría en la primera tienda de ropa al por menor de “moda rápida”, Giordano.

“La dinastía ha muerto, por favor dimita”, bramaban las remeras de los miles de estudiantes que manifestaban en las calles pidiendo un gobierno democrático, en lo que se llamó la primavera de Beijing de 1989. Detrás de esos grandes caracteres chinos en rojo se encontraba Jimmy Lai con su marca Giordano comprometido con la causa y aprovechando una oportunidad que cerraba, tanto en lo económico como en lo ideológico. La manifestación terminó con la muerte de cientos de personas, conocida como la matanza de Tiananmen. A partir de ese momento, las medidas que tomó Lai se hicieron cada vez más radicales: esforzarse para llevar la verdad al poder, algo que le trajo más de un problema. Gracias a estos infortunios, comienza su camino mediático.

Así fue como Lai, a través de sus empresas como Giordano y sus recién adquiridas revistas, generaron grandes ingresos y, como fue el caso de su firma de ropa Giordano, dio empleo a más de 11 mil personas y tuvo 1.800 tiendas en 40 países. Sus empresas le sirvieron y sirven de medio para manifestar sus pensamientos y políticas que considera justas. Las decisiones editoriales de su revista le valieron la sanción del gobierno, cerrando sus tiendas Giordano en la China continental, obligándolo a vender su empresa para más tarde reflexionar: “Si yo realmente tratara el negocio como empresario, no habría hecho lo que he hecho: oponerme a China. Ningún empresario en su juicio haría esto, porque sabes que habrá repercusiones”.

Flexibilidad y éxito

No hubo mal que por bien no venga. Jimmy Lai invirtió el dinero de la venta de Giordano en varios medios y revistas. De esta forma, en 1995 nace el periódico Apple Dialy, rápidamente convertido en el segundo más importante de Hong Kong. La revista Next y el Sudden Semanal, también de su propiedad, ocuparon en 2006 el primer puesto en ventas. En el 2003 la revista Next sacó al presidente ejecutivo Tung Chee-Hwa en un fotomontaje provocativo que desembocaron en una de las protestas record registradas en Hong Kong en pro de la democracia, llevando a medio millón de personas a las calles. Todas estas actitudes han puesto a Jimmy Lai en la lista negra de varios magnates y políticos que intentaron e intentan armar boicots en su contra. Las oficinas de sus publicaciones han sido objeto de vandalismo y de su casa fue atacado con bombas incendiarias en 1993.

Algo que caracteriza al empresario mediático es la iniciativa por fomentar la transparencia y creatividad sin jerarquías. Animar a sus empleados a hacer frente a los desafíos y asumir con responsabilidad su errores y victorias, haciéndolos de esta forma partícipes de sus las ganancias de la empresa. El visionario Lai fue quién introdujo el estilo paparazzi en Hong Kong con sus publicaciones similares a las del USA Today y el diario inglés The Sun, piezas fundamentales que cautivaron a muchos lectores y despertaron críticas en algunos sectores. El espíritu emprendedor de Lai abarcó también las “punto com” dedicadas a la venta minorista de insumos. No le fue muy bien en esa área, a pesar de su gran popularidad en los noventa.

Su filosofía

En el hall de entrada de Next Media lucen varios bustos de bronce de personalidades que el empresario admira, entre ellos están los economistas e intelectuales Milton Friedman y Friedrich Hayak. Su propia conciencia le ha aconsejado renunciar a la presidencia de Next Media, justificando: “Mientras más tiempo estoy en el frente del movimiento, menos apropiado que yo debiera estar conectado tan estrechamente con nuestros medios de comunicación”.

Si bien el magnate no tiene muchas frases reconocidas por su sabiduría, sus acciones y conductas dejan entrever qué piensa. Apoyar a las manifestaciones le ha costado más de una investigación policial, y los medios de prensa de los que es dueño, de repente, han perdido el negocio de publicidad de empresas importantes, todo en pos de sus principios y defender lo que él cree que es correcto: la libertad de prensa y la democracia. En sus palabras, “si usted tiene menos amigos, usted tiene más lectores”.

Foto: Timeout.com.hk

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