A los 20 años, con el surf prohibido por la dictadura militar, creó la Asociación Marplatense de Surf y organizó el primer torneo. Hoy, el creador de la famosa marca REEF, forma parte del “Walk Of Fame” del surf en California. La historia del hombre que hizo del deporte de las tablas una disciplina olímpica.
Corría el año 1978 cuando la Argentina era azotada por la dictadura militar. Entre las atrocidades de esa época estaba la prohibición de ciertas disciplinas, entre ellas, el surf. No más de 200 surfistas eran perseguidos, quitados del agua, confiscados de sus tablas y, más de una vez, arrestados por la práctica del deporte. Entre ellos, se encontraba Fernando Aguerre, un joven marplatense tan amante del agua que, sin importar el contexto, decidió crear la primera Asociación del Surf. “Está prohibido me dijeron y yo dije 'no me importa, hagamos una Asociación de hecho'", recordó en una entrevista.
Paso a paso, comenzó a gestionar un movimiento fuerte que desafiaba ya no tanto a las olas, sino al régimen que gobernaba al país. Finalmente, luego de varios conflictos que lo llevaron a surfear con miedo (como cuenta en varias entrevistas), funda la Asociación Marplatense de Surf. En un marco más favorable, logra negociar con las autoridades municipales de turno, y forjó que la práctica fuera liberada en el año 1979. Ese año, se establecieron zonas de surf en varias playas de Mar del Plata, a veces con horarios restringidos. Esto produjo no solo la creación del primer torneo, sino también provocó el gran crecimiento del surf a principios de los 80.
Emprender en el surf
La pasión por el agua, las olas y las tablas lo llevó también a emprender y trabajar en negocios vinculados al surf. Desde muy pequeño, comenzó a realizar distintas actividades junto con su hermano. A los 12 años, tenía un taller para reparar tablas; a los 15, fabricaba pitas (las tobilleras de las tablas); a los 20, creó la formula e ingredientes para hacer la parafina Waxmate, una cera para tablas de surf para que no resbalen los pies. Luego, a los 21 años, abrió ‘Ala Moana’ un negocio de ropa donde vendían remeras y shorts. Finalmente, todo este recorrido, desembarcó en Reef, que se convirtió en una marca muy reconocida entre los surfistas y que se amplío a otros nichos.
Emprender no solo se trata de negocios. Aguerre, con su espíritu y perseverancia, fue creciendo y ampliando su influencia no solo en Argentina sino también en el mundo. En 1994 fue elegido presidente de la ISA (Internacional Surfing Association), cargo que ocupa hasta hoy y que lo convierte en una de las personas más influyentes del surf mundial. ¿Cómo lo consiguió siendo argentino? “La constante fue el amor por el mar y sus olas, la perseverancia, el seguir aprendiendo y la alegría de repartir alegría a la gente que me voy cruzando por la vida", responde él mismo.
Sus iniciativas tuvieron gran implicancia para el deporte ya que, gracias a su gestión, logró que el surf se transformara en olímpico (para Tokio 2020) y Panamericano (Lima 2019). Hoy, forma parte del “Paseo de la Fama” del surf, con una baldosa con su nombre en la calle Main Street de la famosa Huntington Beach (California). Es apenas el segundo latinoamericano en ser incluído en el paseo californiano en 25 ediciones.
Igualdad de condiciones
Su forma de vivir contagió e inspiró a numerosas personas que se vieron atraídos por el deporte de las tablas. Sin hacer diferencias raciales, económicas, sociales, de edad o género, se focalizó en crear un deporte inclusivo y abierto a la comunidad. Para el Mundial, el emprendedor surfista logró ubicar la misma cantidad de mujeres y hombres y, así, potenciar surf femenino. Por otro lado, Aguerre buscó que nadie se quede afuera del deporte y promovió una serie de becas a jóvenes menores de 18 años y de bajos recursos, para formarlos no solo el deporte sino también en los valores del surf. Sumado a todo esto, incentivó a que numerosos países se unieran a la Federación. La más reciente, fue la federación de Angola, la número 104.
Instalado en California desde hace un tiempo, Aguerre buscó compartir la solidaridad argentina y promovió numerosos incentivos humanitarios. Entre ellas, junto con su hermano, creó un evento en su propia casa para realizar una colecta para juntar dinero para ONGs humanitarias dirigidas por surfistas. Grandes legendarios y personajes del surf como Greg Noll, Gerry Lopez o Laird Hamilton, asistieron y fueron partícipes de la causa solidaria. Pasión, endereza, perseverancia, solidaridad e inclusión son las palabras que definen al emprendedor del surfista que no solo quedó grabado en el “Camino de la Fama”, sino también, en los corazones de miles de surfistas apasionados.
