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Preparando el año por venir en el universo pyme

El economista y columnista recomienda a los empresarios tener una estrategia más de “cóndor” y agudizar la vista más que de “sabueso” y seguir nuestro olfato. Escenarios para 2015.

Preparando el año por venir en el universo pyme

Por Matías Tombolini (Especial para Multitaskers)

Estamos finalizando 2014 y si hay algo que queda claro en este año, es que pocas cosas de las que se proyectaron en materia económica se cumplieron. Desde un tipo de cambio de $ 6,50 y una inflación de 9,50% que figuran en la Ley de Presupuesto (el tipo de cambio oficial está en $ 8,53 y la inflación acumulada del INDEC a octubre es 21,3%), hasta un relanzamiento de Argentina a los mercados financieros internacionales dado a que la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU. iba a tomar el juicio Argentina versus Holdouts (hoy estamos en default selectivo), pasando por reservas internacionales casi agotadas (noviembre cerró con un alentador saldo de US$ 28.911 millones) y una sintonía fina de las tarifas (salvo el caso del gas, que todavía no llega a todos los usuarios, las demás tarifas no se han ajustado sensiblemente).

Todas estas “profecías no cumplidas” no fueron gratis en materia de actividad: tanto la industria como la construcción y el mercado inmobiliario han caído vertiginosamente, la desocupación y/o suspensiones empiezan a tomar una aceleración preocupante, las importaciones están frenadas (con un Estado que acumula deudas con el sector por más de US$ 5.000 millones) y las IED parecen cada vez más reacias a tocar suelo argentino.

"La estrategia no debería ser la del sabueso (y seguir nuestro olfato), sino más bien la del cóndor (y agudizar la vista)."

Ante un escenario así, 2015 presenta más incertidumbres que certezas en cuanto a las decisiones de corte económico que tomará el gobierno, debatiéndose entre lo “debe” hacer y lo que “le gustaría por convicción” hacer. Para sumar un poco de vértigo a este baile tan particular, el año próximo es año electoral, lo que hará que la supervivencia política pese más que cualquier otra cosa.

La gran pregunta que surge entonces en todos los niveles de decisión (el ama de casa, la joven pareja, el dueño de un kiosko, la empresa familiar, el dueño de una pyme, el gerente de una sociedad anónima y el director regional de una multinacional) es “¿qué es lo más prudente que tengo que hacer para sobrellevar el temporal, hasta que se aclare el panorama?”.

Las estrategias

Aquí, la estrategia no debería ser la del sabueso (y seguir nuestro “olfato”), sino más bien la del cóndor (y agudizar la “vista”). Frente a un pronóstico que se presenta muy bipolar, teniendo como alternativas dos escenarios que presentaré enseguida, es más importante estar bien informado y atento a los cambios antes que intentar adivinar el rumbo y caminar por senderos poco conocidos.

Un primer escenario posible muestra a un gobierno que llega a un acuerdo con los holdouts, acelera la devaluación hacia un tipo de cambio más competitivo para vigorizar las economías regionales y las exportaciones, decide aplicar políticas que comiencen a controlar la aceleración de la inflación y tome medidas para ordenar las cuentas fiscales y reducir el déficit. Un segundo escenario es protagonizado por un gobierno firme en sus convicciones ideológicas que no acuerda con los buitres en litigio, decide aumentar el gasto a fin de potenciar más el consumo, sigue utilizando como ancla el tipo de cambio y deja los problemas macroeconómicos más serios a que sean resueltos por el nuevo gobierno surgido de las elecciones. Ambos escenarios son demasiado divergentes como para poder dar pasos seguros hacia una u otra dirección. Por ello es mejor estar alerta y listo para tomar decisiones rápidas y efectivas.

"Siempre es bueno hacer proyecciones presupuestarias y de producción, pero en estos momentos de coyuntura es tanto o más importante el tener la capacidad de revisarlos con relativa periodicidad y tener la versatilidad de poder modificarlos."

Debe primar un esfuerzo al ahorro, a fin de tener fondos disponibles cuando se presenten las buenas oportunidades. Este ahorro debe ser líquido y que resguarde su valor a lo largo del tiempo. Los activos financieros dolarizados o atados al tipo de cambio presentan ambas características. El financiamiento, es decir cuando pedimos prestado, debe buscarse a la mejor tasa de mercado posible, primando siempre la tasa fija (cuando se la encuentra). Siempre es bueno hacer proyecciones presupuestarias y de producción, pero en estos momentos de coyuntura es tanto o más importante el tener la capacidad de revisarlos con relativa periodicidad y tener la versatilidad de poder modificarlos según se vaya conformando el nuevo panorama.

Nos espera un primer semestre de 2015 con poco descanso y hambre de certezas que no estarán del todo claras al principio. Pero esto no debe nunca velarnos la capacidad de divisar oportunidades valiosas, que bien pueden estar a la vuelta de la esquina, y siempre están esperando al mejor preparado.

* El autor es economista, profesor universitario, consultor y columnista habitual en radio y televisión. Es autor de “Todo lo que necesitas saber sobre economía argentina”.

No hagas negocios sin ella