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Las Pymes y la posibilidad de un desarrollo sostenido

De costo financiero elevado y duraciones cortas, los esquemas de financiación de las pequeñas y medianas empresas han sido una problemática en la actualidad. Oscar Faranda, director de la Diplomatura en alta dirección para Pymes y empresas familiares del ITBA, ofrece su mirada.

Las Pymes y la posibilidad de un desarrollo sostenido

Por Oscar Faranda (Exclusiva para Multitaskers) *

Hablar sobre las Pymes y las empresas familiares significa centrarse en uno de los actores fundamentales en la producción de empleo, ya que son vitales para el crecimiento del país, en una cadena de valor agregado esencial para el futuro PBI argentino.

El desarrollo de este tipo de compañías atraviesa una serie de dilemas fundacionales. Las preguntas que se presentan generalmente son las mismas: ¿es el momento para invertir en recursos humanos frente a los actuales costos y contingencias laborales? ¿Existirá una política macro – micro que sea perseverante en el tiempo y no cambie las reglas de juego de acuerdo al esquema político de turno?  ¿La reforma impositiva y por ende, una de las variables que contribuiría al mejoramiento de la competitividad, llegará finalmente? ¿Se podrá acceder a financiaciones razonables para invertir en tecnología y mejorar la competitividad, así como para desarrollar nuevos productos y servicios? 

Estos planteos se conjugan con la informalidad cultural en los negocios y con estructuras patrimoniales y de rentabilidad que, en muchos casos, no son confiables para las entidades crediticias.

La “encuesta de financiamiento de Pymes”, reciente investigación efectuada por el ITBA junto a Vistage, evidencia que el 89 % de las Pymes utilizaron esquemas de financiación que poseen un costo financiero elevado y duraciones cortas (descuento de cheques – descubierto, etc.). Además, no es un dato de menor, que sólo el 50 % accedió a diferentes líneas de crédito bancarias.

Sin embargo, en los últimos tiempos, las autoridades gubernamentales están trabajando para generar instrumentos en pos de un desarrollo sostenido. Existen sectores donde Argentina tiene naturalmente ventajas competitivas. Un caso destacable es el de la agroindustria: en forma directa e indirecta, se observa el desarrollo de distintas empresas de producción y servicios, de una manera bastante federal y sin tanta concentración en Buenos Aires. El porvenir de la agroindustria es alentador frente a la demanda mundial y, por ende, repercutirá en las pymes argentinas relacionadas directa o indirectamente.

Desde el punto de vista de la financiación, las empresas pequeñas y/o medianas necesitan crecer con capital a amortizar en el largo plazo para la inversión en tecnología y sin dejar de apoyar las necesidades de mayor capital de trabajo a tasas activas más razonables.

No es una novedad que el mundo está cambiando. Estas compañías afrontan una coyuntura donde los negocios se empapan de aristas tecnológicas. Hay funciones que se modifican en todas las áreas, lo que exige un personal más capacitado y mejor entrado en funciones. Tienen el desafío de encarar una nueva forma de vender, producir y administrar la información decisoria, diferente a la tradicional. El mundo tecnológico, con las redes sociales como uno de los catalizadores, ha revolucionado la forma de acercar los productos al cliente. Y sin dudas, es la oportunidad para capitalizar el momento e invertir inteligentemente.

El dato auspicioso radica en que lentamente, estas compañías comienzan a reconocer la necesidad de ingresar al sistema de mercado de capitales a partir de herramientas tales como la emisión de deuda. Es decir que el crecimiento y desarrollo del sector requiere de una reforma impositiva, un acceso al crédito bien direccionado y una recuperación de la competitividad con seguridad jurídica.

Es fundamental señalar, entonces, que la “encuesta de financiamiento de Pymes” dejó como conclusión central que las Pymes argentinas son muy similares a las europeas en cuanto a su configuración y a sus actividades, pero que la mayor diferencia radica en que las locales no logran tener todavía un pertinente acceso a la financiación, como tampoco las facilidades y condiciones que poseen sus pares internacionales. Por tanto, el mercado nacional tiene como desafío a futuro generar las condiciones propicias para que las empresas puedan seguir desarrollándose.

En función de estas perspectivas, el ITBA ofrece la “Diplomatura en alta dirección para pymes y empresas familiares”, una carrera pensada para que los dueños y responsables de las compañías nacionales comprendan las problemáticas de la gestión en función de las herramientas y competencias actuales.

La coyuntura demuestra ser clara. Pese a las falencias remarcadas, empiezan a aparecer oportunidades para capitalizar, que requieren de un apoyo sostenido en el tiempo.

* Director de la Diplomatura en alta dirección para pymes y empresas familiares del ITBA

 

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