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Le Blé, un sueño de aviador que se transformó en un éxito compartido

La cadena que hace del trigo un culto lleva detrás una visión de negocios que incluye la búsqueda de la calidad, la estética y la comprensión del cliente. La ayuda social corona la historia de éxito.

Le Blé, un sueño de aviador que se transformó en un éxito compartido

Le Blé es un restaurante de cocina deli, casera y francesa. Paul Petrelli es la cabeza del equipo, que conforma su socia Dona Fievet y la chef Denisse Quero. “En la Argentina hay un boom de la gastronomía, pero vimos que aún faltaba un nicho por desarrollar que es el de la panadería y la pastelería”, sostiene Petrelli en diálogo con Multitaskers.

Esta cadena de restó, que rinde homenaje en voz francesa al trigo, está orientado a un público sibarita que disfruta de comer rico, variado y fresco. Ofrece tanto desayunos y almuerzos como meriendas a medida. Los clásicos son el bagel, la baguette, el pan de campo y el croissant, que son para el deleite y cuenta con una ambientación de estilo descontracturado, con vajilla hecha a medida. Detrás, hay una historia que inspira y le da sentido a cada detalle.

Según relata Petrelli, su visión de armar un emprendimiento gastronómico de calidad y nivel orientado a la pastelería surgió debido a que “no había que inventar algo nuevo, sino que ya eran buenas las recetas legendarias pero había que realizarlas bien”.

"Trabajar en una corporación me enseñó a pensar en expandir. Para ello, se requiere una dedicación full time y trabajar juntos a la par."

“Trabajé muchos años en un corporación dedicada a la aviación y me propuse ser emprendedor para ir tras mi gran sueño. Quería tener un negocio gastronómico y lo combiné con mi pasión de estar en contacto con las raíces. Comer un buen pan, tomar café y saborear buena pastelería”, explica. Su paso por la aviación lo ayudó a “aterrizar las ideas”. Lo primero que elaboró fue el proceso de conseguir un buen producto, luego el crecimiento y actualmente el capital humano y financiero. 

Pensar en expandirse

“Arrancamos en 2008 con dos locales y, luego, nos llegamos a crecer con franquicias. Esa fue una de las cosas que me enseñó trabajar en una corporación: pensar en expandir. Para ello, se requiere una dedicación full time y trabajar todos juntos a la par. Todos los días controlo el cierre de cada sucursal y pensamos ideas para mejorar todo el tiempo”, sostiene. Se define como una persona con disciplina y orientación al logro, dos bases que le sirvieron para iniciar su proyecto.

Al hablar de su equipo, destaca que se encargó de convocar a personas con capacidad, sin las cuales, no hubiera podido llevar adelante el proyecto: “Yo me dedico a los números y las ideas, Denise a la cocina y Dona le da el toque estético y trabajando en la parte arquitectónica de cada sucursal”, cuenta.

“Cada barrio es distinto y cada público también. Aprendimos a personalizar cada local para que cada cliente encuentre lo que le gusta más."

Le Blé tiene hoy 12 locales en barrios como Almagro, Recoleta, Chacarita, entre otros. Para 2015, sumarán seis sucursales más, con la idea de ampliar la zona de cobertura. “Cada barrio es distinto y cada público también. Aprendimos a personalizar cada local para que cada cliente encuentre lo que le gusta más, manteniendo la misma carta de productos”, suma Petrelli, que resalta la buena recepción del público en zonas donde no hay propuestas similares. “La gente agradece que nos acerquemos y esa es nuestra estrategia, dar productos de calidad”, dice.

La inversión inicial de Le Blé fue de US$ 350.000 para los dos primeros negocios y para crear el centro de producción con el cuál abastece hoy a un total de 25 locales que compran sus preparaciones. La rentabilidad fue mutando con el paso del tiempo y actualmente es del 20%.

“Teníamos un local y lanzamos el otro al poco tiempo. Pensé que si no tenía la capacidad para producir no podía abrir más sucursales y fue ese momento en que armamos el centro de producción. Luego, las sucursales se fueron vendiendo y como todas funcionan bien me ayuda presupuestar las próximas que venderé”, detalla con orgullo.

Compartiendo el éxito

En cuanto a plan de comunicación y difusión de la cadena, Petrelli explica que recurren al “boca a boca” y no falla. “Todo es muy casero y no somos proactivos con la comunicación. Recién este mes estamos cerrando una cuenta de prensa y comunicación para aprovechar el crecimiento. Pero la idea es que los clientes recomienden el lugar”, asegura.

Un pilar fundamental para Petrelli es trabajar en una “gastronomía sustentable” porque, según él, tener éxito es haber gestionado todos los proceso. “Tenemos un producto de primer nivel y a su vez ser competente para sostener el negocio. Cientos de familias dependen de cada comercio y si me va bien puedo hacer que todos los empleados mantengan su fuente de trabajo y a su vez colaborar con ayuda social”, dice en base a su fuerte rol social asumido.

Le Blé se involucró en varios proyectos de responsabilidad social, en los que colaboran en equipo con ONG's como la Fundación SI y Pura Vida. Desde la cadena colaboran brindando trabajo a personas en situación de calle. “El éxito es mejor si es compartido. Hacemos buenos productos y colaboramos con la comunidad, y eso es lo más reconfortable”, finaliza.

No hagas negocios sin ella