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La historia de amor detrás de Simones, una pasión que ya factura $ 90 millones

Laura y Diego se enamoraron mientras planeaban un negocio juntos. Invirtieron en materiales para hacer 100 fundas de computadora y hoy tienen decenas de líneas de productos. Cómo surgió la marca que permite llevar al mejor amigo del hombre a todos lados.

La historia de amor detrás de Simones, una pasión que ya factura $ 90 millones

La historia detrás de la conocida marca de accesorios con imágenes de perros comenzó en un bar de Palermo, lugar donde se conocieron Laura y Diego. Allí, no sólo nacía una historia de amor, comenzaba a gestarse también un vínculo que plasmarían en lo laboral mediante el desafío de emprender en pareja: “Fue amor a primera vista. Hablamos mucho. Fue una de esas charlas mágicas donde todo fluye y uno siente pura conexión. Diego me acompañó esa noche a mi casa, me pidió el teléfono, pero tuvo un percance y lo perdió. El tiempo pasaba y yo pensé que no me iba a contactar. Sin embargo, fue a dejarle una carta a mi portero con su teléfono. Ahí lo llamé y empezó nuestra historia de amor. Ahora estamos casados y tenemos a Félix y Eloy”, relata la directora de Simones, Laura Lichtmaier.

La empresaria reconoce que emprender en pareja representó un desafío y que sus logros vinieron acompañados de mucho sacrificio: “Pasamos juntos las 24 horas del día, todos los días. Nuestra clave fue complementarnos desde el momento cero, dividirnos roles, tomar decisiones propias y consensuarlas”, reconoce Laura.

 

El origen de la empresa

Simones se creó en 2011, inspirado en el amor que ambos dueños siempre tuvieron a los animales, al diseño y a la moda. Siempre mantuvieron un amor especial hacia los perros: tuvieron a Simón, un fox terrier que le dio el nombre a la marca, y luego a Juana, una perra mestiza que adoptaron y todavía los acompaña. Para Laura, Simones fue una segunda oportunidad de poder hacer y trabajar en algo que ama y disfruta desde el primer día. Formada como actuaria, trabajaba en la Superintendencia de Seguros de la Nación, pero asegura que su pasión estaba en otro lado. 

En la actualidad, la empresa apuesta a la proyección internacional, la apertura de nuevos locales en el exterior y alianzas con otras marcas. Lejos parecieran haber quedado las 100 fundas para computadora con las que dieron impulso al proyecto. “Nuestra inversión inicial fueron los materiales para hacerlas. En ese momento, no contábamos con locales propios ni teníamos una identidad del todo consolidada. Luego, sumamos fundas para celulares y, con el tiempo, incorporamos bolsos que se destacaban por la calidad de sus materiales y estampas coloridas”, explica la directora a Multitaskers, el sitio de American Express para las Pymes.

Con Pierre, un bulldog francés, nació la identidad de Simones. Fue el primer personaje que se estampó en una cartera. Cuando se presentó en la feria PuroDiseño, fue un éxito rotundo.

 

En plena expansión

Tras su despegue, la compañía fabrica hoy mochilas, carteras, bolsos, bandoleras, accesorios para llevar al gimnasio, porta-palos, porta-patines, cartucheras, bolsos maternales y mucho más. Cuentan con 10 locales propios en los principales shoppings del país, diez franquicias (desde el 2014) y más de ocho licencias. Además, tienen una tienda online propia y otra en Mercado Libre.

A través del tiempo, fueron apareciendo fanáticos de la marca que seguían a los personajes estampados en los productos. Cada uno de ellos tiene una personalidad propia y reaparecen en cada nueva colección con historias que se representan en las ilustraciones. Laura considera que “reforzaron la personalidad de la marca en cada colección, renovando los accesorios según la moda, sumando nuevas opciones y abarcando un amplio abanico de necesidades de las mujeres y chicos” y entiende que fueron factores importantes para acompañar el crecimiento de la marca.

Asegura que gran parte del éxito se fundamenta a partir de la elección ‘quirúrgica’ a la hora de elegir a los proveedores, ya que trabajan con mano de obra especializada y artesanal.

 

Cómo emprender

Laura aprendió que, si se tiene un buen producto, con calidad y diferente al resto, hay que animarse y apostar a más, manteniendo siempre la esencia de la marca pero generando un valor agregado. “Un emprendedor debe apostar por lo que quiere y sostener su deseo. Creemos que el éxito no es un golpe de suerte sino un aprendizaje día a día. En nuestro caso, siempre mantuvimos nuestros valores fundacionales: el cuidado de los animales, la promoción de la adopción responsable, la amistad, la solidaridad, la creación de una marca fuerte y comprometida, el diseño innovador, una producción basada en la ilustración y el desarrollo de nuevas líneas”, cierra la media naranja de esta historia.

No hagas negocios sin ella