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Fercol, identidad y servicio para competir con los grandes

Fernando Colombo llevó la idea de negocios de su padre a una empresa consolidada que produce medio millón de litros de lubricantes y tiene 40 empleados. Sus técnicas para competir con las multinacionales.

Fercol, identidad y servicio para competir con los grandes

Fercol no es una típica empresa de lubricantes. Es la fusión del nombre de su dueño, Fernando Colombo, un hombre con una vocación temprana por el progreso. El hambre de futuro llevó al padre de Fernando, uno de los tantísimos inmigrantes dispuestos a encontrar el espacio para crecer que ofrecía la Argentina, a germinar un primer intento de lo que sería, tiempo después, Fercol Lubricantes. Esto ha llevado a la empresa a un nivel de ventas de entre 550.000 a 600.000 litros de aceites y grasas. Eso lo posiciona en el puesto número 12 del mercado, con el 1,5% de la torta, teniendo en cuenta que la número uno es dueña del 45%.

Los cimientos de la empresa irían creciendo a la par de un jovencito de Avellaneda criado con un sentido del esfuerzo y del progreso que lo llevaron a tomar acciones con respecto a sus objetivos. Entre horas de colegio o vacaciones, el área comercial ya ocupaba un lugar en la mente de Fernando Colombo, si no contamos que su juego predilecto cuando niño era atender el negocio de su tío. Lo que comenzaría como un juego, persistió en la mente del joven que deviniendo en universitario, ya contaba con un negocio propio de venta de artículos de limpieza. Al comienzo todo sería “por timbreo”, hasta la aparición del primer vehículo propio destinado a la distribución. Así transcurría su paso por la adultez temprana, etapa que trajo consigo el fallecimiento de su padre, acontecimiento que trajo consigo una premisa que lleva grabada hasta el día de hoy: “Seguir los pasos de mi padre”.

Su padre se había ido, pero Fernando, como buen emprendedor, supo sobreponerse y tomar partido en el juego que estaba deparado para él. Tomó la lista de los proveedores que su padre visitaba y, no solo prosiguió con la proveeduría, sino que comenzó a comprar aceite por su cuenta y a venderlo por su cuenta en botellitas que luego serían vendidas en talleres y pequeñas industrias. Inició un 25 de enero de 1982, dato que recuerda porque se anotó en lo que ahora es el CUIT, para cerrar en el mes de febrero del mismo año vendiendo 2.340 litros. Lo que, a los 600.000 litros que vende hoy en día, hay un camino recorrido. Este fue el comienzo de lo que sería Fercol Lubricantes, una empresa de lubricantes presente en todo el país, de Jujuy hasta Tierra del Fuego.

La consolidación

Como todos los inicios, la consolidación de la empresa comenzó desde cero: proveedores, clientes, productos, todo era algo nuevo para Fernando. Pero había algo con lo que sí contaba: energía disponible, avidez de crecimiento en todo sentido y una tremenda necesidad de independencia. “Yo tenía muy en claro que quería ser el dueño de mi tiempo, de mis ganas y de mis sueños. Si, sobre todo eso, tenía un sueño. Sin duda, el éxito de mi empresa se debe a que nunca saque la vista del objetivo, nunca baje los brazos y siempre supe que cuando se quiere se puede”, dice a Multitaskers el ejecutivo. Este fue, según cuenta, el motivo que lo llevó a estar dónde está o, si vale el juego de palabras, el aceite de sus engranajes.

Como buen emprendedor, Fernando Colombo, ha ido adquiriendo “recetas” para hacer de su empresa un proyecto de vida, no solo de él, sino también de los cuarenta empleados de su fábrica. En un principio, la claridad con respecto a lo que quiere determina las acciones apropiadas. Al cierre de cada año, analizar los resultados y pautar objetivos a alcanzar el año siguiente. Esto lo lleva a comprometerse con sus metas mediante la exigencia personal, la meta es clara: cumplir o cumplir.

“Sabemos que ofrecemos un producto más, un genérico. Lo que tiene Fercol es una identidad de servicio y vocación, que nos une a los clientes.”

Los nuevos desafíos lo han llevado a pasar de ser una empresa limitada al barrio de Avellaneda, a lanzarse a la conquista de mercados, como lo es el industrial y el automotor, siendo su primera incursión a un sector que, hasta el momento, solo conocía como usuario. Pero el gen explorador del empresario no solo trata de fronteras de mercados, sino también geográficas. La distancia que implicó ampliar la empresa a nivel regional, llevó a Fernando a sumar a su familia en los viajes por la Argentina, derribando el mito que dice que familia y negocios no son buena combinación, convirtiendo la brecha en oportunidad para consolidar, no solo a la empresa sino también a la familia.

"Aprovechábamos los viajes al interior para visitar y agrandar zonas como una gran salida familiar. Mientras yo visitaba potenciales clientes mi esposa empleaba ese tiempo para contarles cuentos en nuestro vehículo o llevarlos a la plaza del lugar,” explica el empresario.

Cosechando éxitos

El dueño de Fercol Lubricantes, reconoce que el reconocimiento y la atención que la gente deposita en la empresa es el mejor regalo. Así fue como no tardaron en llegar reconocimientos. Nada menos que el primero premio en la revista Pymes en gestión y desarrollo de proyectos (2009) y un reconocimiento por la provincia de Buenos Aires con el sello “Baires” a la calidad de sus productos. Sostener el crecimiento año a año y marcar la diferencia en el servicio brindado, edificaron la solidez necesaria para que sus clientes elijan Fercol para sentirse como en casa. 

“Cada consulta, grande o pequeña, es muy importante para nosotros. Buscamos simplicidad en la respuesta, queremos que el cliente descanse en nosotros.”

La exploración de nuevos nichos de negocios, sumado a la fascinación y la motivación se convirtieron en un círculo cada vez más grande que fue ampliándose a lo largo del tiempo. Aun así, ¿cómo competir con las grandes empresas como YPF, Shell o Total? Fernando explica que no existe diferencia en la calidad, el punto fuerte es la identidad. “El producto que ofrecemos es un producto más, no es mejor que otros, básicamente es un genérico. Lo que tiene Fercol es una identidad de servicio y vocación, lo que genera sinergia en los negocios.” La estrategia de Fercol es el reconocimiento de sus limitantes y explotar sus virtudes, llevándolas a desempeñar un papel clave en la fortaleza de su marca.

No hagas negocios sin ella