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EMOV: pasión y orden para potenciar la cultura ebike

Con una inversión inicial de 20.000 dólares y mercado en Argentina y Estados Unidos, Gabriel Muñoz inició su proyecto sustentable con la creación de la primera bicicleta eléctrica de Latinoamérica. Cómo fueron sus comienzos y claves para su expansión.

EMOV: pasión y orden para potenciar la cultura ebike

“El hombre de la bicicleta” podría ser apodado tranquilamente Gabriel Muñoz, creador de la primera bicicleta eléctrica de Latinoamérica. Instalado ya en el mundo de las dos ruedas por su compañía ‘Velomotor’, una empresa que crea y acopla motores para el velocípedo, decidió apostar por el mundo sustentable. En 2008, inició su proyecto con un kit eléctrico para bicicletas, que le permitió seguir avanzando paso a paso: “Esto hizo que me ponga a trabajar en una bicicleta diseñada desde cero para alojar ese motor eléctrico, y así se convirtiese en una bicicleta ‘born electric’. Detecté la necesidad de las personas por transportarse de una manera más barata y autónoma”, sostiene el propio Muñoz a Multitaskers, el sitio de American Express para sus clientes Pymes.

Fue así como, con una inversión de 20.000 dólares, creó su proyecto bajo el nombre de EMOV. Según su creador, que actualmente trabaja con 2 socios más, su nombre surge de la “interpretación/variación comercial de la palabra BRANA (membranas de la teoría de cuerdas de la Física Teórica), en la que un amigo estaba trabajando” y aclara que, además, buscó que tuviese algo que ver con la ciencia, la tecnología, el futuro. Paso a paso, la marca comenzó a crecer firme y fue reinvirtiendo toda la rentabilidad en nuevos desarrollos, nuevos diseños y, como consecuencia, a la apertura de nuevos mercados, como el de EEUU, donde en el primer mes de actividad, ganó 70.000 dólares. En el país, la compañía factura 33.000 dólares mensuales y sigue expandiendo nuevos diseños como el Brina 2, un modelo más liviano, ecológico e inteligente.

Estudio, pasión y orden

Para adentrarse a un nuevo emprendimiento y/o proyecto que tenga una implicancia directa con la sociedad, es muy importante realizar un estudio del contexto para comprender y, sobre todo, para tomar las decisiones correctas para la consecución del objetivo. El fundador de EMOV explica que una de las claves para su crecimiento fue la realización un “buen estudio de campo de la problemática, relevamiento de soluciones de esa problemática, bocetado de la idea, desarrollo de producto mínimo viable, validación en focus groups, validación en mercado”. Por otro lado, explica que fue importante la “aplicación de metodologías ágiles” y, también, tener la sustentabilidad y la RSE siempre “como ejes principales de todo emprendimiento”.

Además de la implementación de un método de trabajo, el creador de la marca que hoy vende entre 30 y 50 ebikes por mes en 7 países de América, Europa y Oriente, afirma que su manera de hacer negocios es de “forma apasionada, pero ordenada”. “Me motiva la adrenalina de poder resolver problemas complejos. La pasión intrínseca a la actividad de hacer y concluir proyectos que evolucionen más allá de la impronta del fundador”, se explaya en su entrevista con el sitio el emprendedor nativo que estudió Diseño en Comunicación Visual en la UNLP. Hoy, su marca, logró posicionarse como la pionera en movilidad sustentable del país y del continente. Además, tuvo amplio reconocimiento público al punto de ser su emprendimiento seleccionado como una “innovación sustentable” según la ONU.

Consejos sustentables

A la hora de ofrecer recomendaciones para ser competitivos y relevantes, Muñoz comenta que es fundamental “agregar valor, ser diferente y ofrecer un gran servicio de postventa”. Por otra parte, sugiere estar cerca del cliente y de las personas ya que “quieren sentirse escuchadas y acompañadas”. Por otro lado, para todos aquellos que desean emprender, el creador de la marca aclara que hay que tener bien claro el objetivo: “Determinar quiénes son los clientes, y buscarle un novio/a a nuestro producto/servicio. Crear una propuesta de valor, un producto mínimo viable para así generar una validación en el mercado”, afirma.

Luego de esto, el diseñador opina que hay que ir en busca de algún tipo de inversión. Pese a haber tomar préstamo “porque mi rentabilidad lo permitía”, el innovador sostiene que lo ideal es “buscar un inversor que se enamore como nosotros de nuestra idea de negocio y producto/servicio”. Uno de los grandes desafíos, declara, es lograr un cambio en la mentalidad del inversor para que tenga “una mirada más nacionalista, no tan corto-placista y sobre todo creer en los emprendedores”. Esto, especifica Muñoz, lleva a la tríada virtuosa: “Que el inversor crea en sus emprendedores, el emprededor crea en sus inversores, todos crean en su país”.

“Parece idealista, pero es lo que hizo grandes a las naciones del primer mundo”, concluye el soñador de la bicicleta.

No hagas negocios sin ella