American ExpressAmerican ExpressAmerican ExpressAmerican ExpressAmerican Express

Claudio Teler, el empresario argentino que más hizo por las personas con autismo

El hijo de su amigo era autista. El emprendedor no sólo lo mejoró su calidad de vida, sino que, sin saberlo, comenzaría a cambiar el tratamiento en la Argentina. Sus equipos ya están presentes en más de 26 países y facturan $ 40 millones anuales.

Claudio Teler, el empresario argentino que más hizo por las personas con autismo

BioBarica, fundada en 2010, ingresó al mercado convirtiéndose en el primer fabricante argentino en producir cámaras hiperbáricas Revitalair. Luego de obtener la certificación por parte de la ANMAT, la empresa instaló más de 100 equipos en todo el país y ya lleva exportados 450 equipos a 26 países. La Pyme factura $ 40 millones anuales y cuenta con distribuidores en 35 países, con más de 350 centros de tratamiento funcionando. En el futuro inmediato planean ingresar al mercado ruso y a los Estados Unidos.

La historia de la compañía comenzó a escribirse en el 2007, cuando un amigo de Claudio Teler, fundador de BioBarica, se encontraba en plena búsqueda de tratamientos que ayudaran a su hijo autista. En aquel momento, importar cámaras hiperbáricas a la Argentina no era una opción potable ya que no había ningún modelo aprobado por la ANMAT y, a su vez, los costos eran muy elevados. Por esta razón, impulsado por el deseo de ayudar al hijo de su amigo, Claudio desarrolló el primer prototipo para que el niño comenzara a usarlo. Al poco tiempo, el pequeño comenzó a experimentar los cambios. De esta manera, el tratamiento con cámara hiperbárica llegó a la Asociación de Autismo, quienes demostraron interés en tener ese equipo.

Fue allí cuando todo cambió. Claudio decidió dar un giro completo a la actividad industrial que venía llevando a cabo. “Decidí dedicarme tiempo completo para realizar investigaciones de mercado, rediseño en el producto, consultas con la comunidad médica y trámites para certificar la fábrica”, explica Claudio Teler en diálogo con Multitaskers, el sitio de American Express para las Pymes. Junto con la ayuda de su hijo, un joven que recién comenzaba la universidad por aquel entonces, iniciaron la empresa desde cero.

La meticulosidad con la que Claudio y su hijo llevaron a cabo el proyecto se plasmó hasta en el nombre. “BioBarica nace de un estudio que hicimos, tanto de la disponibilidad mundial como de las palabras que la componen y describen nuestra actividad. Por supuesto, teníamos diez opciones más pero, consultando a nuestro entorno, fue la elegida. No nos equivocamos”, afirma Teler.

Claves para el crecimiento

Para el fundador de BioBarica, las claves para que el negocio haya crecido tuvieron que ver con detectar las necesidades del mercado, ver qué se necesita y, fundamentalmente, mucho trabajo, empuje y estudio. “En nuestro caso, detectamos que la actividad era muy antigua y la inversión necesaria para entrar era tal que los médicos desarrollaban y aprendían sobre el tratamiento pero no lo difundían a terceros, de modo que la terapia no se difundía. Es así que diseñamos un equipo con una relación óptima de inversión y eficiencia, desarrollando el know-how necesario para re-evangelizar al mercado y generar la necesidad”, señala el emprendedor. Para ingresar al negocio, la inversión inicial fue con capital propio y dinero familiar. Además, haber ganado el concurso “Buenos Aires Emprende” en el 2009 también les permitió un pequeño ingreso de capital. Claudio estima que la inversión alcanzó los USD 150 mil.

Uno de los desafíos más grandes que tiene la empresa es lidiar con la velocidad a la que el mercado se mueve, lo cual ha generado que BioBarica reelabore su plan estratégico cada uno o dos años. “Nuestra manera es la flexibilidad y profesionalismo, estudiando muy a fondo temas complejos en una actividad con alta vigilancia sanitaria y que exige rodearse de profesionales que abracen nuestra visión y objetivos”, profundiza el empresario. Agrega que “la actualidad es muy dinámica y exige estar atentos a los cambios tecnológicos y al mercado, ya que el cúmulo de información obliga a tener un foco profundo en las estrategias y herramientas de comunicación”.

Cimientos sólidos

Desde su óptica, lo primero y principal es hacer un buen plan de negocio. “Recomiendo bajarse un modelo completo de la web y llenarlo a consciencia, contándole a todo el entorno de amigos y parientes cada una de las dudas, ideas y formas en las que hemos arribado a llenar ese punto del plan para validarlo. Además, si es posible, recomiendo ver el plan completo con alguien de peso y experiencia, que lo critique y pida los ajustes necesarios.

Una vez hecho esto y estar contentos con el plan, empezar a cumplirlo y no desviarse”, sugiere. Por otro lado, debido a su vasta experiencia en el rubro, puede asegurar que recurrir a asesores y consultores que ayuden a despejar dudas u ofrecer soluciones puede ser de gran ayuda pero, de todas formas, el tiempo le ha demostrado que la verdadera solución es meterse a fondo en cada uno de los problemas ya que no habrá dinero que pague la experiencia en tu propio mercado.

No hagas negocios sin ella