El cuerpo no solo comunica mediante palabras, gestos o movimientos. Hay también otra forma que las propias mujeres saben (y muy bien). Se trata, nada más y nada menos, que la vestimenta que, sumando a los zapatos, el peinado y hasta los accesorios, se transforma en un cúmulo de sensaciones y expresividad que incide en todo tipo de ambiente y lugar. Dirigiéndose al mundo laboral, los atuendos femeninos marcan y mucho dentro de las compañías que pueden llegar a generar numerosos beneficios. En conversación con Multitaskers, Yamilia Pica, economista, asesora de imagen y directora del Centro Integral de Estudio de la Imagen Plushlamour y Poty Hernández diseñadora indumentaria y dueña de su propia línea de ropa que lleva su nombre, cuentan cuáles son las claves para vestirse empresarialmente y las últimas tendencias del sector.

Unas de las primeras cuestiones que surgen a la hora de hablar sobre la vestimenta empresarial de la mujer es si hay formas “correctas” prestablecidas dentro del ámbito laboral. Ante la pregunta frente a las expertas, ambas coinciden y afirman que “no hay formas prestablecidas”. En el caso de Pica, señala que en realidad “cuando una mujer es empresaria y se maneja un en un determinado ambiente, la imagen es mucho” y remarca que las mujeres empresarias, “son mujeres que en su imagen transmiten firmeza, ya sea desde el uso de los colores, como desde el corte de las prendas o los accesorios que eligen”. Por su parte Hernández resalta que “no hay formas correctas”, porque cree que “cada mujer tiene que elegir lo que la haga sentirse cómoda y segura”.

Vestirse acompañada

Las prendas femeninas laborales no van a la deriva solitariamente, sino que están congeniadas y unidas a otros factores. Uno de ellos es la apariencia física. Para la diseñadora de ropa, por ejemplo, afirma que la mujer “se conoce sabe que es lo que la hace sentir cómoda y libre” y advierte que lo que no suma es “intentar ponerse lo que una DEBE por las reglas”, ya que es ahí “donde una se siente incómoda tenga la apariencia física que tenga”. En el caso de la directora de Plushlamour, considera que “la imagen personal es fundamental al momento de causar una buena impresión empresarialmente hablando” y además de afirma que “somos de la manera en que nos vestimos”, explica que los clientes o proveedores muchas veces, “tendrán la seriedad necesaria de una mujer empresaria por su manera de vestir y manejarse siempre en cuanto a primeras impresiones”.

Hay mucho más alrededor de la vestimenta de una mujer que genera más impacto, llama la atención y juegan un papel relevante. Se trata de todo aquello que, bajo una combinación premeditada, fortalecen y producen una impresión mayor a la vista, como puede ser el corte de pelo, los accesorios o el maquillaje. Cada uno por su lugar, aporta lo suyo y las expertas dan sus razones. “Son fundamentales al momento de complementar y armar el look de una mujer empresarial, al igual que el perfume son todos detalles y complementos que no deben faltar porque son ítems que se corresponden con nuestra imagen personal, y una imagen personal prolija, adecuada y bien pensada, abre muchas puertas siempre”, acentúa la asesora de imagen. Por otro lado, Hernández lo relaciona con el ser de cada persona y afirma que “todo esto ayuda a armar un look, trasmite una esencia, gustos, personalidad”.

Vestirse ¿Trasmite liderazgo? 

Yendo más allá de lo material y ante la pregunta si mediante las prendas se pueden transmitir liderazgo, las expertas dan su sensación y muestran su opinión al respecto. Por parte de Hernández, considera que ser líder “es una característica de la persona va más allá de la vestimenta” y considera que una mujer segura de sí misma “está cómoda con su persona sabe lo que le gusta y lo usa sin importarle nada, y esto si atrae”. Por otro lado, destaca que justamente lo que lo genera es “la capacidad de decidir por uno mismo y llevar adelante esas decisiones”. Pica, por ejemplo, afirma que el liderazgo se logra “con actitud acompañada por una buena imagen” y es por eso que manifiesta que la paleta de colores de la mujer ejecutiva es “fundamental”, ya que el “color verde inglés, gris melange, topo, negro, marrones, azules, son de los colores más ejecutivos para vestir a una mujer empresaria”.

Las vestimentas para las mujeres empresarias no solo varían según el gusto, las preferencias de cada una, sino que también difieren por el cargo que poseen en la empresa. Por ejemplo, a la hora de comparar la CEO de una empresa con una empleada de la misma, la directora de Plushlamour señala que la manera en la que se viste la dueña “refleja en algún punto el código de esa empresa” y advierte que a pesar de que está bien “tener aspiraciones”, es “desubicado que, por ejemplo, una recepcionista de facturas de una empresa, se vista de la misma manera que la Ceo, por que puede causar una imagen equivocada”. Por otro lado, sostiene que es importante tener “presente el puesto que desempeñamos en la empresa” para no pasar “situaciones incómodas, o jugar en contra de nuestro progreso”. 

Para el caso de Hernández, destaca que las diferencias que hay en la vestimenta empresarial y los distintos cargos son “la edad, tareas diarias y los ingresos” y asegura que dependiendo del trabajo que tenga cada mujer “se va a sentir cómoda con una forma de vestir determinada”. Es por eso que insiste que la diferencia real está “en la mujer que sabe que quiere, que le gusta y que la hace sentir confiada en sí misma, esto no tiene cargo, ni edad, ni ingresos”. Bajo la misma línea, Pica dice que una mujer empresaria “siempre debe tener en cuenta su día para vestirse, que tipo de reuniones mantendrá, a cuantos lugares deberá asistir, como para que el vestuario siempre la acompañe y sienta la seguridad necesaria de afrontar las distintas situaciones a lo largo de su día” y recomienda, en el cierre de su entrevista con Multitaskers, la utilización de “prendas clásicas, que permitan con un simple cambio de accesorios lograr una gran diferencia”.