Los ritmos y los géneros dejaron de ser una mera decoración en las tiendas para convertirse en una importante herramienta que, gracias a un sistema inteligente de musicalización, permite no solo potenciar la experiencia de compra sino también lograr un mayor número de ventas. De los 7 millones de establecimientos comerciales que existen en Iberoamérica, cada vez más son los negocios que contratan servicios especializados en la gestión de la reproducción musical en los puntos de venta. Una de ellas es Brandtrack.fm que, a la fecha, ya le provee el servicio a un total de 1.500 comercios y tiene presencia en Argentina, México, Chile y Estados Unidos.
Ahora, ¿cómo se analiza? Según cuentan desde la start-up ideada por Santiago Lagier y Juan
Pablo Villani, el sistema se basa en un sistema de trackeo in-store, donde se mide el impacto que tienen las canciones sobre el tiempo permanencia de los clientes dentro de los comercios, generando playlists inteligentes que se adaptan al tipo de marca y perfil de las propias empresas. Por otro lado, para configurar estas listas, según relatan, la empresa utiliza un sistema “que aprende continuamente con qué canciones las personas permanecen más tiempo en la tienda, por sentirse a gusto con ella”.
Esto, lleva a una cadena que, cuanto más tiempo se queden, más posibilidades de compra hay (en el caso de un local de ventas) y más chances que los clientes vuelvan a los restaurantes y hoteles. Según relata Villani, la facturación de un local puede aumentar “hasta un 5% gracias al aumento de 10% del tiempo de permanencia en la tienda”, si se pasa la música correcta. Por otra parte, las playlists no solo se reproducen de manera offline (sólo requiere conectividad cuando se actualizan los contenidos) sino que también se puede usar con cualquier dispositivo con sistema operativo Android, Mac o Windows.
El neuromarketing también tiene su participación en esta nueva tendencia que se expande no solo en Argentina sino también en la región. Siendo la ciencia aplicada en la rama del marketing, cuya función es investigar y analizar el comportamiento del consumidor, indagando sobre cuáles son los niveles de emoción, atención y memoria. Esta especialización aporta sus conocimientos como, por ejemplo, que el ritmo de la música afecta la velocidad en que una persona camina dentro de la tienda. Y es ahí donde entran en juego las intensidades. Las BPM (pulsos por minuto) se dividen en tres: baja y media baja (desde los 70 ppm hasta los 110 bpm), media (de 110 a 118) y media Alta a Alta (de 118 hasta 130). Las intensidades se ubican en las distintas franjas horarias (mañana, tarde y noche) y, según cuentan desde Brandtrack.fm, “esto ayuda a nuestros clientes a focalizar las horas picos en sus tiendas para darle más importancia”.
A partir de un ‘análisis científico’, la empresa que actúa como radio que incentiva a la compra, determinó a Multitaskers cuáles son los géneros más escuchados dependiendo el rubro de las firmas. Por ejemplo, en el sector de la moda, el que incentiva al gasto son la categoría Indie, Alternativo, Pop Comercial, Deep House; en los locales el estímulo es el Pop Comercial y en los bares predomina el Indie Rock, Tropical House, Soul, Deep House como el Nu Disco. Por su parte, los hoteles la preferencia se decanta por Chill Out, Soul, Swing Jazz y la Nu Bossa y en los restaurantes incentiva el Jazz, Soul, Swing Jazz o el Electro Swing.
Cada género tiene su referente y ejemplo de acuerdo a su experiencia y calidad musical. Pero para el caso de los negocios, cada uno tiene el suyo (de acuerdo al ritmo que le haya tocado) que potencian significativamente la experiencia con el cliente y logran así una mayor "conversión" en ventas. En su entrevista con Multitaskers, Lagier y Villani cuentan quiénes son los artistas que más influencia tienen algunos géneros:
Mariano Ylarri
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