Las personas dueñas de pequeñas empresas a menudo se concentran en el crecimiento del negocio. Pero crecer de manera rentable y financiar tu crecimiento de manera sensata, ya sea a través de tarjetas de crédito, préstamos, financiamiento comercial o inversión de capital, puede ser un gran desafío. Abordalo con una planificación seria y la financiación adecuada puede marcar una gran diferencia.

Empezá por conocerte a vos mismo

Los mejores planes de crecimiento comienzan con una comprensión honesta de quién sos vos y por qué hacés lo que hacés. ¿Cuál es tu propuesta de valor? ¿Por qué creés que los clientes te eligen y por qué en realidad te eligen a ti? Las respuestas no son siempre las mismas.

Por ejemplo, podés pensar que estás compitiendo en el servicio, pero los clientes en realidad te están eligiendo debido al precio.

¿Cuáles son tus fortalezas actuales para construir? ¿Quiénes son tus clientes ideales? De la manera más objetiva posible, ¿cuáles son tus debilidades? Si tenés problemas para cumplir con los compromisos con los clientes o no tenés procesos sólidos para garantizar una entrega constante, ahora es el momento de solucionarlo antes de expandirte.

¿Quiénes son tus competidores? Cuando te ganaron, ¿por qué ganaron? A veces, podés aprender esto indirectamente, a través de comentarios en las redes sociales o de las experiencias anecdóticas de tu equipo de ventas o del personal minorista. Pero a menudo es necesario preguntar directamente a los clientes y a los no-clientes.

Aprovechá tus fortalezas

Después de un poco de auto-reflexión, puede comenzar a identificar oportunidades prometedoras de crecimiento comercial.

¿Un espacio comercial más grande para albergar más productos conduciría a un pico de ventas? ¿Cómo podría afectar las ventas un sitio web renovado y más fácil de navegar? No te concentrés tanto en una idea que dejés de considerar otras.

Por ejemplo, si perfilaste a tu cliente ideal, podés pensar en servicios o productos adicionales que podrían querer o servicios que podrían agregar valor a lo que ya están comprando.

Tal vez puedas identificar un mercado desatendido que tus competidores no hayan notado. Tal vez la mejor forma de expandir el negocio sea a través de la integración horizontal, comprando una empresa con productos complementarios o un área de servicio adyacente. Es importante comprender a fondo el negocio, tus finanzas y tu cultura primero.

A veces puede obtener ideas de empresas similares que operan fuera de tu ciudad, región o segmento industrial. ¿Cómo están innovando para acelerar el crecimiento del negocio? Las publicaciones comerciales pueden ayudar a identificar a tales innovadores, que podrían estar dispuestos a ofrecer consejos si no son competidores directos. También pueden compartir trampas de las que podés aprender.

A menudo podés encontrar excelentes innovaciones de productos y servicios en otras industrias, y reimaginar tus ideas para tus propios productos y servicios.

Ejecutá cuidadosamente tu plan de crecimiento empresarial

Una vez que hayas identificado tus mejores oportunidades de crecimiento comercial, determiná qué necesitas para hacerlas realidad.

¿Qué procesos nuevos o mejorados se necesitan? ¿Qué inversiones en tecnología o equipo se requieren? ¿Qué habilidades deben construirse o adquirirse?

Por ejemplo, si planeás servir a un mercado adyacente que es más exclusivo o sofisticado que tu base de clientes actual, ¿necesitarás volver a capacitar a tu equipo de ventas u ofrecer un nivel más alto de servicio al cliente?

¿Qué métricas rastrearás para poder hacer los ajustes apropiados? ¿Tus equipos de trabajo actuales tienen el tiempo y el ancho de banda para el plan, o necesitarás hace contataciones adicionales? ¿Necesitás especialistas o generalistas ágiles que puedan desempeñar múltiples funciones y aprender rápidamente?

Encontrá la financiación empresarial adecuada

La expansión comercial cuesta dinero. La planificación de la expansión debe incluirse en un plan de negocios que llevará a los inversores potenciales, a un proveedor de préstamos comerciales u otra fuente de financiamiento.

La mayoría de las pequeñas o medianas empresas requieren capital externo para crecer. Incluso si tenés la intención de financiar tu propio crecimiento, es una disciplina valiosa crear un plan como si tuvieras que convencer a un prestamista escéptico.

Cuando llega el momento de encontrar financiación, hoy existen más opciones que nunca. Las tarjetas de crédito o débito comerciales adecuadas pueden ofrecer financiamiento a corto plazo para nuevas oportunidades de crecimiento comercial.

Las tarjetas de crédito son un ejemplo de préstamos no garantizados, en los que el prestamista evalúa la solvencia pero no tiene una garantía específica en caso de que el negocio no pague. Otros tipos de préstamos no garantizados incluyen préstamos comerciales de tasa fija o variable con diferentes fechas de vencimiento, así como líneas de crédito y préstamos a través de plataformas en línea.

Alternativamente, los negocio a menudo financian la expansión, la adquisición o la compra de grandes equipos a través de préstamos garantizados. Aquí, la empresa prestataria promete activos específicos que el prestamista puede tomar si el prestatario no cumple. A veces, los pequeños negocios que no tienen activos físicos o financieros sustanciales pueden prometer inventario o cuentas por cobrar como garantía.

Además, no pasés por alto ningún incentivo gubernamental para ayudar a financiar el crecimiento de tu negocio. A veces hay ataduras, pero puede marcar una diferencia útil.

En conclusión

Para planificar el crecimiento de tu negocio, pronosticá los años venideros definiendo metas principales y considerando el contexto macroeconómico, teniendo en cuenta que probablemente necesitarás revisar el plan cuando sea necesario. Creá un plan financiero, asegurándote de recaudar suficiente capital en flujo de caja y otros fondos para permitir el crecimiento. Encontrá formas de reducir los gastos innecesarios y asigná adecuadamente los recursos para asegurarte de que puedes alcanzar tus objetivos de crecimiento según lo planeado.