Para muchas personas dueñas de negocios, equilibrar el flujo de efectivo siempre es lo más importante. El flujo de efectivo, o el dinero que entra y sale de tu negocio, puede ser un problema para muchos, incluso para aquellos que han estado en el juego durante años.

¿Una manera rápida y fácil de aliviar potencialmente tus problemas de flujo de efectivo? Elaborá términos de pago más agradables con vendedores y proveedores. Una vez que hayas desarrollado relaciones sólidas con estas personas, es posible que te ofrezcan un poco de margen de maniobra, aliviando parte de tu crisis de flujo de efectivo y permitiendo un presupuesto comercial más flexible.

Negociar con proveedores es un proceso delicado y puede requerir varios intentos. Pero hacerlo, sin duda, puede ayudarte con la gestión de gastos y ayudar a crear un modelo comercial más estable. Aquí te mostramos cómo comenzar:

Comenzá a construir mejores relaciones

Siempre debes esforzarte por estar en buenos términos con todas las personas involucradas en ayudar a que tu negocio funcione sin problemas, y tus proveedores no son una excepción.

Si no tenés buenas relaciones ahora, examiná por qué. ¿Les pagás con regularidad, respondés a sus mensajes y te comunicás con ellos con frecuencia? Crear una relación con tus proveedores no solo es un buen negocio, sino que también es una señal de que estás tan interesado en su éxito y bienestar como ellos deberían estarlo en el tuyo. Las personas con las que hables te recordarán cuando llegue el momento de un favor.

Comprendé qué proveedores valen tu tiempo

No vale la pena acercarse a todos los proveedores para un ajuste en los términos. Tu presupuesto comercial debe mostrar qué proveedores representan la mayor parte de tu gasto y, por lo tanto, cuáles probablemente requerirán entablar una conversación.

Para proveedores más pequeños, considerá simplemente enviar una carta comunicándole un nuevo conjunto de términos debido a cambios en la política de la empresa. Si bien algunos proveedores pueden rechazar o discutir, otros (especialmente aquellos que tienen un negocio de alto volumen) pueden aceptar tus ajustes sin quejarse.

La mayoría de las veces, tus proveedores estarán felices de trabajar con vos para seguir haciendo negocios. Dicho esto, cuando proponés un cambio con algún proveedor, explicale que estás instituyendo una nueva política y pediles que expliquen por qué deberían estar exentos.

Tené esta conversación con las personas adecuadas

Es posible que tu punto de contacto con tu proveedor no esté a cargo de decidir las condiciones de pago. Esta persona podía obstruirte o, peor aún, hacer promesas que la empresa no puede cumplir. Pedí hablar con quien esté a cargo de las soluciones de pago y los términos de pago.

Hacé tu oferta mutuamente beneficiosa

Es posible que algunos proveedores no vean el sentido de cambiar sus condiciones de pago. Ha funcionado bien para ellos hasta ahora, y darte más tiempo para pagar puede complicar aún más sus propios problemas de flujo de efectivo.

Cuando hagas el trato, sugerí formas en las que unos términos más generosos también podrían beneficiarlos. Explicá cómo una mayor flexibilidad de efectivo puede permitirle aumentar su volumen de pedidos, por ejemplo, o mencioná que te gustaría recomendarte con sus colegas al decirles lo fácil que es trabajar con este proveedor.

No prometas nada que no puedas cumplir, pero dejá en claro que harás todo lo posible para ayudarlo si recibís ayuda también.

Apuntá alto primero, luego, negociá

Independientemente de los nuevos términos que presentés a tus proveedores, sé razonable, pero apuntá alto. Al igual que con todas las negociaciones, es probable que vos y tu proveedor lleguen a un acuerdo entre lo que ambos solicitaron. Comenzá pidiendo más de lo que podrías esperar (un plazo de pago de 60 días, por encima de tu plazo actual de 30 días) y contentate con llegar a un punto medio (en este caso, un plazo de 45 días). Concentrate en un número realista que seguirá beneficiando a tu empresa.

Explorá las opciones de pago con tu tarjeta comercial

Una tarjeta de crédito para negocios puede ser una parte integral del plan de gestión de gastos de cualquier empresa. El simple hecho de usar una tarjeta para pagar una factura, cuando sea posible, te da aproximadamente un mes adicional para pagar la deuda. En algunos casos, podés acumular recompensas cuando usás una tarjeta de crédito para cubrir los gastos.

Una negociación con un proveedor implica que sentís satisfacción con esa relación, pero que algunos ajustes pequeños podrían facilitarte la vida y aumentar las probabilidades de que perdura dicha relación. Si realmente no te sentís conforme con los términos de tu proveedor, siempre podés buscar uno nuevo.

La mayoría de las veces, tus proveedores estarán felices de trabajar con vos para segui haciendo negocios. Es posible que no tengan idea de que podrías estar teniendo problemas con tu flujo de efectivo. El primer paso, como en toda buena relación, es comunicar lo que tu negocio necesita. La solución puede ser tan simple como eso.