En los últimos años, con importantes premios y producciones compartidas, el cine argentino pasó a tener una estrecha relación con el universo cinematográfico global, tal vez como pocas veces en la historia.
La Argentina, detrás de Brasil y México, integra el segundo bloque de las naciones que más han contribuido al crecimiento de la industria cinematográfica a nivel mundial y, por ende, los que impulsan el mercado en América Latina, según las últimas cifras del Observatorio Audiovisual Europeo. En 2013, último dato consolidado, en la Argentina se produjeron 166 películas, que vendieron 43,3 millones de entradas por US$ 257 millones. En 2009, eran 95 películas, 27,6 millones de entradas e ingresos por US$ 126 millones.
Más allá de las cifras, lo cierto es que pocas veces como ahora se da esta especial sinergia entre el séptimo arte con el marketing y el mundo de los negocios. Así lo demuestran Tamae Garateguy y Jimena Monteoliva (foto), quienes hicieron de su pasión por el cine un negocio rentable y una forma de vida con su productora Crudo Films, según cuentan a Multitaskers.
“Nos cruzamos en un BAFICI y le comenté a Jimena la idea de hacer una película de mafia en el barrio de Pompeya. Cuando la gente que estaba con nosotras empezó a reírse porque les parecía una idea inviable nosotras no nos frenamos. E incluso nos pareció genial abrir una productora que se dedicara al género y resultó tan buena nuestra idea que tiempo más tarde ganamos el premio Mejor película en el Festival Internacional de Cine Mar del Plata", inicia el relato Garateguy y confiesa que el comienzo de su proyecto fue a ‘prueba y error’.
"El resultado artístico en estos rubros tiene que ver con el diseño y criterio y no necesariamente con un gran presupuesto."
La dificultad, explica, “era que no había experiencia en cine de género y fuimos aprendiendo con un grupo de gente hasta tener algo de conocimiento luego de hacer mucha prueba y error. Por ejemplo en las áreas de FX, efectos visuales o maquillaje FC. El resultado artístico en estos rubros tiene que ver con el diseño y criterio y no necesariamente con un gran presupuesto. Fuimos aprendiendo y creciendo todos juntos".
En relación al vínculo del cine con el mundo de los negocios Tamae explica existe mucho potencial: “El caso de Relatos salvajes, que es una película con una impronta de género muy grande y que fue exitosa tanto en lo artístico como en lo comercial, sentó precedentes. Es un cine que puede ser muy redituable, películas de acción, policiales, terror. Cuando empezamos hace seis años, transitamos la parte más difícil del camino ya que era algo novedoso, e inclusive más novedoso siendo mujeres, dedicarse al género pero estábamos tan convencidas que de a poco este tipo de cine iba a traer más espectadores y más inversiones que no dudamos en que iba a crecer", dice Garateguy.
Para las directoras de Crudo Films, “ser tenaces” es la clave para crecer como emprendedoras. "Creo que esa es la estrategia. Hace años que venimos trabajando en esto y nunca bajamos los brazos. De a poco estamos recibiendo el reconocimiento. A nivel internacional esto es más claro. Gracias a festivales internacionales donde viajaron nuestras películas, afuera se nos conoce más. Fuimos convocadas para hacer un corto de un minuto para una campaña de donación sangre promovida por dos directoras de cine de género canadienses. Esto es por la difusión que hemos tenido en el exterior gracias al cine que hacemos", suma Jimena.
Un poco de todo
Ludico Films es otra productora audiovisual que hace dos años que se inició y su crecimiento es relevante. “Surgió de las ganas que teníamos de incursionar en el mundo del cine. Nos conocimos en un curso de realización audiovisual donde nos dimos cuenta que todos teníamos ganas de llevar adelante un proyecto propio y además teníamos inquietudes diferentes pero complementarias”, resume Nicolás van Waalwijk, uno de los integrantes del emprendimiento.
Se trata de un equipo diverso: Mariano Gerez es actor y director de teatro y cuenta con dos obras propias presentadas y busca explorar el lenguaje audiovisual en sus creaciones. Gabriel Gil es diseñador multimedial y es quien se encarga de la post-producción, las animaciones y los modelados en 3D. Y Nicolas van Waalwijk está próximo a recibirse de licenciado en Filosofía, y además de contar con otros emprendimientos vinculados a la tecnología, es fotógrafo y es quién pone el ojo frente a la cámara para las producciones que realizan.
“Empezamos explorando proyectos propios, realizamos un cortometraje sobre afrodescendientes que fue un gran aprendizaje para todos y algunos videoclips de bandas amigas. De a poco fuimos conociendo más y más nuestras herramientas de trabajo y cómo realizar producciones low-cost pero con una estética propia de cine, que siempre fue nuestro objetivo, buscando imágenes estéticamente ricas”, cuenta Gerez. En Lúdico Films además producen contenido multimedial a medida para empresas. En sus comienzos trabajaban en sus propias casas con sus equipos y se reunían para avanzar en cada proyecto hasta que lograron tener su propio espacio donde reciben a los clientes y planean las filmaciones.
"Ser emprendedor es una actitud para enfrentar nuevos desafíos y en la vida todo el tiempo hay desafíos, por lo que si uno está dispuesto a correr algunos riesgos, vale la pena el esfuerzo", reflexiona van Waalwijk.
Nos cambió muchísimo la forma de trabajar y la dinámica como equipo. Tuvimos algún que otro intento fallido de mudarnos previamente pero logramos finalmente establecernos en Palermo, donde hay muchas productoras. Lógicamente implica una estructura más organizada pero poco a poco la hemos generado. Paulatinamente fuimos logrando crecer en estructura y eso nos alienta a nuevos desafíos", afirma Gil en relación a que contratan personal temporario para cada proyecto con la idea de sumar más profesionales y mejorar los resultados artísticos.
Los integrantes de Ludico no superan los 30 años y si bien para ellos la edad no determina el éxito del emprendimiento, reconocen que tienen mucha energía para llevarlo adelante. “Puede ser que nuestra edad ayude, aunque no creemos que haya un determinante para ser emprendedor. Quizás cuando se es joven uno se anima a tomar más riesgos que los que puede tomar teniendo una familia o una estructura más grande. Ser emprendedor es una actitud para enfrentar nuevos desafíos y en la vida todo el tiempo hay desafíos, por lo que si uno está dispuesto a correr algunos riesgos, vale la pena el esfuerzo”, reflexiona van Waalwijk.
El rol de Internet
Ambas productoras reconocen como clave circular en las redes sociales y difundir su trabajo de manera continua para lograr apoyo y financiamiento. “Hoy toda promoción, cuando no tienes presupuestos grandes, viene parte de redes sociales. Empezamos con nada, y luego nos ayudó el INCAA", dice Jimena. En el caso de Ludico, Nicolás dice que “la tecnología ocupa un lugar central en el modelo de negocio”.
“Las redes sociales, Facebook, Twitter y YouTube son la cara visible de la productora y nos esforzamos para generar contenido y contar todos nuestros proyectos en marcha. Hacemos algunas campañas en Facebook a veces y utilizamos newsletters para ofrecer nuestros servicios. Tenemos una web que se puede ver en tablets y celulares y cuidamos que se vea en todos los dispositivos como queremos que se vea, tal como la diseñamos", explica el director de cine.
Tanto como Crudo Films como Ludico Films cuentan con premios y reconocimientos dentro y fuera del país. Tamae y Jimena obtuvieron premios en festivales de cine de Argentina como BAFICI y Mar del Plata y también en Varsovia, Rotterdam, y La Habana. Lúdico con su corto, co-realizado con Milena Annecchiarico, “Los argentinos también descendemos de esos barcos”, obtuvieron en el festival DocumentaMy en Italia el "Premio del Público". Y ahora ambas planean seguir por el camino de los multiproyectos sumando producciones y realizaciones en los que contaran con apoyo financiero, lo que demuestra que puede combinarse el mundo de los negocios y el arte sin problemas.
