Para muchas pymes, una tarjeta corporativa puede ser una herramienta valiosa para gestionar gastos y acceder a financiamiento flexible. Si hasta ahora usás solo tu cuenta bancaria para cubrir costos, incorporar una tarjeta corporativa puede ofrecerte múltiples ventajas:
En el día a día de una pyme, las fronteras entre lo personal y lo profesional pueden volverse difusas. Pero mantener ambas finanzas separadas simplifica la contabilidad y protege la estructura jurídica de la empresa, especialmente si operás como SRL, SA u otra figura societaria. Usar una tarjeta exclusiva para gastos del negocio ayuda a mantener el orden. Además, muchas tarjetas corporativas ofrecen herramientas digitales para registrar y clasificar compras, lo que facilita el seguimiento y control de gastos.
Pedir a una persona del equipo que realice una compra y luego gestionar el reembolso puede resultar engorroso. Una tarjeta corporativa con extensiones para diferentes miembros del equipo simplifica ese proceso. De esta manera, los gastos quedan centralizados, se pueden definir límites por persona y monitorear las transacciones en tiempo real.
Las tarjetas corporativas ofrecen cierto margen de maniobra para manejar el flujo de efectivo. Podés utilizarlas para pagar facturas, adquirir insumos o cubrir imprevistos sin comprometer la liquidez inmediata. En la práctica, funcionan como una fuente accesible de capital de trabajo a corto plazo.
Usar la tarjeta de manera regular y responsable puede ayudarte a fortalecer el puntaje crediticio de tu empresa. Para lograrlo, mantené el saldo por debajo del límite, pagá a tiempo y aboná más que el mínimo. Un buen historial puede facilitar el acceso a financiamiento futuro.
Muchas tarjetas corporativas ofrecen programas de beneficios: devolución de dinero (cashback), puntos o descuentos en rubros específicos. Esos puntos pueden canjearse para cubrir gastos operativos, motivar al equipo o incluso para un merecido descanso personal.
El fraude es un riesgo real para negocios de cualquier tamaño. A diferencia del efectivo, las tarjetas permiten monitorear movimientos online, recibir alertas por operaciones inusuales y reportar cargos sospechosos. Antes de elegir una tarjeta, revisá las políticas de protección contra fraude de cada entidad emisora y asegurate de contar con mecanismos de seguridad sólidos.
Adoptar una tarjeta corporativa no solo ayuda a simplificar la gestión financiera, sino que también puede mejorar la organización, generar beneficios y fortalecer la salud económica de tu pyme. Con un uso responsable, puede transformarse en un verdadero motor de crecimiento.