Prepararse para lo inesperado es parte de la estrategia
Un fondo de emergencia puede ayudarte a mantener tu negocio operativo cuando surgen crisis imprevistas. Desde desastres naturales hasta la pérdida de un cliente clave, contar con una reserva financiera puede marcar la diferencia entre superar la tormenta o quedar fuera del juego.
¿Qué es un fondo de emergencia empresarial?
Es una reserva de efectivo destinada exclusivamente a cubrir gastos operativos en situaciones críticas, como sueldos, alquiler, servicios o reactivación de operaciones.
A diferencia de un fondo personal, esta reserva está pensada para responder ante eventos que afecten la continuidad del negocio: apagones, ciberataques, incendios, pandemias, o caídas económicas.
Sugerencia: Considerá ahorrar entre 3 y 6 meses de gastos operativos como base mínima.
3 pasos para establecer tu fondo de emergencia
1. Calculá cuánto necesitás
- Sumá tus gastos mensuales fijos: alquiler, sueldos, inventario, servicios, etc.
- Multiplicá esa cifra por 3 a 6 meses.
- Dividí el total por la cantidad de meses que tenés para ahorrar.
Ejemplo: Si gastás $10.000 mensuales, un fondo de 3 meses sería de $30.000. Si querés reunirlo en un año, tendrías que aportar $2.500 por mes.
2. Automatizá tus ahorros
Programá transferencias automáticas desde tu cuenta corriente a una cuenta específica para emergencias. Así te asegurás de avanzar mes a mes sin olvidos.
3. Conversalo con tu equipo
Involucrá a socios y asesores financieros en la planificación. Su visión puede ayudarte a ajustar montos, riesgos y formas de uso según el contexto de tu empresa.
Dónde guardar tu fondo y cómo protegerlo
- Cuenta de ahorro empresarial con alto rendimiento: Accesibilidad + intereses.
- Cuenta Money Market: Puede incluir cheques y generar más intereses.
- Certificados de Depósito (CDs): Rendimiento a cambio de menor liquidez.
Elegí instituciones confiables y separá el fondo del resto de tus cuentas para evitar usos involuntarios.
Criterios para usar (bien) tu fondo de emergencia
Antes de usar tu reserva, asegurate de que se trate de una emergencia real. Algunos ejemplos:
- Falla de maquinaria clave: Si frena la producción y no tenés fondos operativos para repararla.
- Pérdida de un cliente principal: Para cubrir gastos mientras reestructurás o encontrás nuevos ingresos.
Definí qué eventos califican como emergencia, quién puede autorizar su uso y cuánto podés disponer. Documentá todo para mantener control y transparencia.
Cómo mantener y reponer tu fondo
- Reasigná ganancias cuando pase la emergencia.
- Reforzalo si tu negocio crece o cambian los riesgos.
- Considerá reducir gastos en otras áreas hasta restablecerlo.
El fondo debe evolucionar con tu empresa. Reevaluá al menos una vez al año su tamaño, accesibilidad y rendimiento.
Conclusión: la tranquilidad financiera también se planifica
Contar con un fondo de emergencia no solo te da estabilidad operativa ante crisis inesperadas, sino también tranquilidad para tomar decisiones sin presiones financieras extremas. Es una inversión inteligente que puede sostener tu negocio en los momentos más difíciles.
