Los programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) deben estar en concordancia con la estrategia de una organización y con el bienestar de la comunidad que le rodea, así como con los intereses de otras asociaciones y organizaciones. Por ello, para que no fracase, se deben prevenir los siguientes errores al implementarlo:
- Falta de diagnóstico: Las empresas deben analizar y realizar un diagnóstico de factibilidad de su plan o investigar sobre la situación de los intereses de los involucrados. El proyecto se debe ajustar a la realidad.
- Falta de planificación: Si se tienen las metas, objetivos, indicadores y un cronograma de acciones claros, el programa operará correctamente.
- Acciones aisladas: Un Programa de Responsabilidad Social debe integrar las estrategias que estén bien definidas y evitar acciones excluyentes.
- Falta de experiencia: Las empresas deben trabajar en lo que conocen mejor, por lo menos al empezar con el programa, ya que es arriesgado si no se conocen las labores que se llevarán a cabo.
- Escaso poder de acción: Una inadecuada comunicación con los diferentes sectores (comunidad, personal, gobierno, proveedores y medios) no favorecerá los resultados que se esperan.
- Falta de presupuesto: Si no se tiene un presupuesto específico para el plan, es difícil que se concreten los proyectos que requiere la comunidad.
- Programas rígidos: La libertad de acción es vital para un buen funcionamiento; sin embargo, muchas veces las multinacionales que mandan desde la matriz los lineamientos de los programas de RSE, coartan las acciones de las filiales.
- Inadecuada sistematización de información: El plan debe documentarse y llevar un control interno para ver a detalle cuál es el siguiente paso, qué se debe modificar, en qué se está fallando, etcétera.
- Falta de monitoreo: Las mediciones son necesarias para conocer qué fue o no exitoso, adecuado, real y si se cumplieron las expectativas de quienes trabajaron en el proyecto.
- Nulo plan de comunicación externo e interno: Se debe informar a la gente y dar seguimiento a los proyectos desde el inicio para saber si se cumplieron los objetivos. Los mensajes deben ser claros, concisos y realistas.
Es importante recordar que los programas de RSE deben ser diseñados y desarrollados en forma local para que tengan repercusión en la sociedad. Un programa con intereses reales debe acercar a la empresa con la comunidad.