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Pasado, presente y futuro de la paridad de género

La paridad de género es todavía un desafío y la brecha económica es aún uno de los escollos que conspira contra cualquier intento de transformación. La mujer en el trabajo, una deuda a la que Argentina deberá rendirle cuenta.

Pasado, presente y futuro de la paridad de género

El empoderamiento femenino es una realidad que atraviesa no sólo a la sociedad, sino que se manifiesta en todas las aristas que componen a la coyuntura argentina. No sólo la política se hace eco de la transformación cultural que se ha suscitado en los últimos años –a través de mayor representación y más reconocimiento-, también las empresas lo consideran un tema de agenda importante para su desarrollo.

Por este motivo, el rol que cumple la mujer dentro del mundo laboral ha sido foco de estudio por varias entidades en pos de definir de qué manera se plasma el empoderamiento dentro de las organizaciones. Hasta el momento, si bien es un tópico actual, la igualdad de género aún está lejos de verse consolidada dentro de las oficinas. De esta manera, se erige como uno de los desafíos a asumirse de cara a los próximos años, donde la diversidad e integración son destacados como pilares del alto desmpeño.

La paridad de género, todavía en el “debe”

Grant Thornton International es una de las mayores organizaciones mundiales de servicios profesionales de auditoría y asesoramiento fiscal, legal y financiero. Los marzos, la compañía publica el reporte “Women in Business”, donde se ilustran las cifras de género en empresas a nivel mundial y las tácticas para ir mejorando año a año.

En la última edición, a la Argentina no le fue tan bien: el porcentaje de mujeres en la dirección empresarial llegó rozando al 20% - una baja del 3% respecto del 2018. Además, de los 35 países investigados, ocupó el puesto 32. Luisina Fabregas Banchi, Responsable de Marketing y Comunicación de la empresa en Argentina, compartió algunas de las cifras del reporte de este año. De los países encuestados en la región, Argentina es el de peor desempeño: poco más de la mitad de las empresas (57%) tienen al menos una mujer en posiciones de liderazgo.

En tanto, Mariana Amores, Gerente de RRHH, habló sobre el sesgo inconsciente a la hora de tratar con el género femenino: “A los hombres se los recluta y asciende en base a su potencial, mientras que a las mujeres se las juzga en base a su desempeño real. No tienen las mismas oportunidades”, sostuvo.

Aumento de la brecha económica

Un informe sobre la Brecha Global de Género del Foro Económico Mundial destacó tres aspectos que se manifiestan de forma generalizada en la relación de la mujer y el empleo. En primera instancia, el estudio destaca que la mujer tiene un nivel de representación más elevado en muchos de los empleos que se han visto más afectados por la automatización, como es el caso de la venta al público o trabajos administrativos.

 En segundo lugar, el estudio enfatiza que “no hay suficientes mujeres que accedan a las profesiones en las que más han crecido los salarios, a menudo muy relacionadas con la tecnología, aunque no en exclusiva”. En consecuencia –agrega- las mujeres activas en el mercado laboral se encuentran con demasiada frecuencia en puestos de categoría salarial media o baja.

En tercer lugar, factores permanentes como la falta de infraestructura asistencial o la falta de acceso a capital limitan en gran medida las oportunidades laborales de las mujeres. Las mujeres emplean al menos el doble de tiempo en cuidados y trabajo voluntario en todos los países de los que se tienen datos, y la falta de acceso a capital impide que desarrollen actividades de emprendimiento, otro factor clave de generación de ingresos. 

Más mujeres, mayor efectividad

Por otra parte, un trabajo elaborado por Merced, compañía que ofrece asesoramiento y soluciones tecnológicas, estudió a las empresas de tecnología de alto desempeño y destacó que, además de trabajar fuertemente en la cultura organizacional, las habilidades y la experiencia del empleado, una de las claves estriba en generar un ambiente de trabajo inclusivo. Dentro de la inclusión, la equidad de género cumple un rol vital, aseguran.

Durante la conferencia anual de Great Place to Work, donde varios especialistas internacionales en innovación y clima laboral dan su visión sobre el trabajo actual y futuro, la palabra de Frans Johansson, CEO y fundador de la empresa de innovación The Medici Group, brindó un dato respecto a cómo la participación de la mujer en un grupo de trabajo está ligada estrechamente a la efectividad.

“En un equipo integrado sólo por hombres, el 58% de las ideas tenían efectividad. Mientras que al sumarse mujeres se ascendía al 73%.  El porcentaje era del 80% cuando se lograba una  mayor diversidad etaria y del 87% cuando se incorporaban diferencias de origen geográfico”, reveló Johansson.

Violencia en el ámbito laboral

Según una encuesta elaborada por Bumeran en el marco del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, el 75,3% de las mujeres encuestadas fue testigo o vivió algún tipo de violencia o desigualdad de género en el ámbito de su trabajo. Incluso, si se investiga de manera más profunda, el 86,3% respondió sufrir o haber sufrido alguna situación de este tipo en su ámbito laboral.

Pese a esto, la mayoría indica no denunciar estos hechos por miedo a perder su trabajo. El 81,3% de las mujeres declaró que sufrió de violencia psicológica, el 24,9% explicó que fue violencia simbólica -estereotipos que reproduzcan desigualdad o discriminación, entre otros-, el 11,1% expuso que fue y el 5,4% manifestó que fue física.

Una nueva forma de liderar

Una investigación escudriñada por el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Silgo 21, destacó ciertos aspectos que hacen a la diferencia entre el liderazgo que ejerce el hombre y el que desarrolla la mujer dentro del ámbito corporativo.

El estudio determinó que casi un 40% de las líderes mujeres brindan mayor reconocimiento a sus equipos, es decir: elogios, aprobación y valoración por los resultados del trabajo y el esfuerzo realizado. En esta línea, el 35,2% de los trabajadores con líderes mujeres reportaron sentirse significativamente más felices que quienes tienen líderes hombres (28,8%).

Por otra parte, 5 de cada 10 trabajadores asegura que se siente mucho más satisfecho con el nivel de colaboración de sus compañeros cuando la persona que ejerce el liderazgo es una mujer. Además, un 31,3% siente que los equipos con mandos femeninos son más creativos.

Las líderes argentinas ejercen un estilo de liderazgo con mayor claridad de las metas, 47.1% de satisfacción cuando la líder es mujer, contra 36.2%. “El nivel de feedback recibido es mayor en mujeres (40.4%) que en lideres hombres (33.8%)”, establece el informe.

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