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El salario emocional, un aliado para la motivación en las pymes

Cuando el escenario económico plantea más dificultades para atraer a los empleados, incorporar nuevos modos de relacionarse hacia el interior de la empresa puede ser un gran estímulo laboral.

El salario emocional, un aliado para la motivación en las pymes

En tiempos en los que la suba de precios golpea los bolsillos y el poder adquisitivo de los empleados, las pymes deben incorporar nuevas herramientas para mantener la motivación más allá de los límites económicos. Por eso, según varios especialistas consultados por Multitaskers, el actual es un buen momento para pensar en el salario emocional. 

“El contexto puede hacer que los empleados tengan temor de perder su trabajo o estén más atentos para mantenerse ocupados, pero eso no equivale al compromiso o engagement. El salario emocional, en cambio, es buscar que la persona tenga las mejores ideas o actitudes para llegar a los objetivos que la empresa le plantea”, asegura Andrea Linardi, directora de la consultora AL Grupo Humano. 

¿Pero qué es el salario emocional? Básicamente, la relación que se plantea con los líderes de la empresa. “Todo lo que es el respeto cotidiano, el armado de equipos, la motivación, la comunicación y el involucramiento en los proyectos son elementos clave en ese sentido y en los que hay que trabajar”, suma Linardi. 

Sin embargo, más allá de que en momentos en los que los ingresos no reditúan como se espera estas actitudes pesan más, lo cierto es que los empleados siempre están atentos a estas cuestiones. Y la tendencia crece cada vez más. 

Un tema prioritario

“El salario monetario nunca es suficiente para mantener entusiasmado al personal. Esto es aún más pronunciado en las nuevas generaciones, que dejaron de considerar su capacidad de consumo como algo fundamental y buscan que su trabajo les dé satisfacción además de dinero. Básicamente, se trata de encontrar aquello que los motiva, independientemente de sus ingresos”, explica Agustina Paz, Consultancy Director de PDA International, sobre la importancia del salario emocional.

Esos aspectos tienen peso en el desarrollo de las pymes y son tan importantes como sus niveles de rentabilidad. Es que, sin motivación, es difícil que las personas brinden lo mejor de sí mismas y potencien su desarrollo profesional. 

De acuerdo a la última investigación realizada por AL Grupo Humano entre abril y junio de este año, en base a las respuestas brindadas por 350 empleados que trabajan en empresas radicadas en el país, seis de cada diez personas tienen bajo compromiso con sus empleadores. Y las que comunican sus valores tienen mayores posibilidades de alcanzar sus objetivos de negocio: el 70% de los consultados que asegura que se les han explicitado los valores de la cultura organizacional, cree que se han alcanzado las metas, mientras que sólo el 55% logró lo mismo en las organizaciones en las que esos valores no fueron comunicados. 

Pequeños grandes cambios

A la hora de pensar en cómo alcanzar el salario emocional, los especialistas enfatizan que el cambio puede ser gradual, pero con actitudes y políticas claras que beneficien el trabajo diario. “Es algo en que las pymes están empezando a interesarse porque las segundas generaciones empiezan a tener más impacto y están mucho más cerca a este mundo laboral, que tiene códigos distintos, pero eso no implica descartar todo lo hecho, sino ir encontrando un equilibrio”, analiza Linardi.

Así, el contexto actual puede brindar, aún con sus dificultades, la oportunidad para empezar a incorporar un modo distinto de hacer. “Las empresas han ido sumando una serie de beneficios no remunerativos como flex-time, trabajar por proyectos y no por horarios, más días de vacaciones, tiempo para que los empleados creen sus propios proyectos dentro de la empresa, coaching personalizado, herramientas de auto-desarrollo, capacitaciones a medida, o involucrar a los empleados en un proyecto social, como dar parte de sus horas a una ONG”, ejemplifica Paz.

Entre las alternativas que pueden darse al empleado están beneficios flex-time, trabajar por proyectos y no por horarios, más días de vacaciones, tiempo para proyectos propios y capacitaciones a medida.

De qué modo incorporar estas recetas? La especialista de PDA International brinda algunas ideas que pueden disparar la creatividad y, así, amoldarlas a la particularidad de cada pyme: “Se puede realizar una encuesta de clima que incluya preguntas abiertas sobre qué esperan de la empresa; nombrar a un mentor que les haga seguimiento y los conozca y aconseje, no sólo desde lo profesional, sino desde lo personal; conocer a cada persona y sus competencias y gustos para poder enfocar su capacitación y trabajo; organizar días de esparcimiento fuera de la oficina en donde la premisa sea divertirse y fomentar el encuentro desde lo informal; o sortear algún viaje por año”, grafica.

Por último, desde AL Grupo Humano, subrayan que el cambio no requiere de grandes recursos, sino de voluntad. “Es dedicarse a escuchar un poco más al otro, algo que no exige grandes esfuerzos económicos, sino que lo más importante es el tiempo. Este es un buen momento para hacerlo, cuando la actividad ha bajado, y nos podemos dedicar más a estas cuestiones. Los resultados se irán viendo a largo plazo”, agrega Linardi.

No hay un solo modo de lograrlo, pero es un buen momento para intentarlo.

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