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Steve Ballmer, el hombre que pudo seguirle el ritmo a Bill Gates

Con un presente que lo encuentra al mando del equipo de básquet estadounidense Ángeles Clippers, el empresario se hizo cargo de Microsoft cuando estaba en su punto más álgido. Entre disensos y aciertos, el recorrido de un millonario apasionado.

Steve Ballmer, el hombre que pudo seguirle el ritmo a Bill Gates

Bill Gates es uno de los emprendedores más emblemáticos de los tiempos postmodernos. Mediante la formación de Microsoft, puso su empresa en la elite mundial y su nombre en el lugar de los más respetados por la comunidad corporativa. Sin embargo, este artículo no se centrará en hombre más rico del mundo, según Forbes; sino en quien fue su sucesor, Steve Ballmer, la persona que tuvo la responsabilidad de reemplazar a uno de los personajes más emblemáticos de la historia empresarial. Ocupó el puesto de CEO de Microsoft desde el 2000 hasta 2014, cuando decidió dejar su cargo como conductor de la multinacional.

La historia de Ballmer con Microsoft comenzó en 1980. Nacido en Detroit, realizó sus estudios en la Universidad de Harvard, donde se graduó como Licenciado en Economía y Matemáticas. Y fue en su época universitaria cuando conoció a Bill Gates, quien años más tarde le pediría que se uniera a su emprendimiento personal. Por aquel entonces, Ballmer tenía 24 años y cursaba un MBA en Standford Graduate School of Business. Lejos de dudarlo, el licenciado dejó el postgrado para aventurarse en el mundo del software, cuando todavía era impensado el uso de la computadora a nivel personal.

Ballmer comenzó siendo un simple asistente de Gates, quien en un comienzo le ofreció un salario básico ‘modesto’, de US$ 50.000, un 5% del capital en la compañía y el 10% del crecimiento de ganancias. Steve, antes de unirse a Gates y a su socio Allen, había trabajado como asistente de gerente de producto de Procter & Gamble.

 

Tras los pasos de Gates

Cuando Gates comenzó con Microsoft, allá por 1975, el joven informático solía encargarse de absolutamente todo. Sin embargo, la llegada de Ballmer a la empresa cambió esta concepción. Fue él quien le enseñó a su empleador a contratar personal de calidad con la capacidad de generar equipos efectivos. Al poco tiempo de su ingreso, ya tuvo un papel preponderante en la negociación con IBM, la empresa pionera en tecnología informática que buscaba que las computadoras estuvieran al alcance de la gente común.

En este sentido, Ballmer jugó un papel fundamental para que, finalmente, la compañía ejecutara el sistema operativo en sus computadoras. La ‘letra chica’ del contrato con IBM fue lo que cambió la historia para la empresa: en vez de crear un software para las computadoras del gigante norteamericano, Gates propuso que IBM pague un costo muy bajo de licencia por cada computadora fabricada. Si bien en el corto plazo el negocio lucía ruinoso, la visión de los creadores de Microsoft hizo que puedan vender el sistema a todos los creadores de computadoras. En su momento, era descabellado pensar la penetración que las PC tendrían después. En el caso de Ballmer, Luego de pasar por diversos sectores de la empresa, fue nombrado presidente en 1998 y CEO en el 2000.

 

Un arranque complejo

Sus primeros años como máxima autoridad de la empresa no fueron fáciles. Si bien Bill Gates había dejado su cargo, todavía estaba presente dentro de la empresa. Steve tenía pensamientos distintos a la administración de Microsoft, incluido Gates, quienes eran reticentes a que la empresa entrara de lleno en el mundo del hardware.

Sin embargo, el empresario insistió y Microsoft abrió nuevas líneas de negocios durante el mandato de Ballmer. La multinacional incursionó en el terreno de las tabletas, con Microsoft Surface, criticado en un principio por la escasa cantidad de ventas. Sin embargo, luego de la conducción del sucesor de Gates, la compañía continuó apostando por la iniciativa y ha surgido así Surface Book y Surface Studio.

Por otro lado, también luchó contra el consejo para convencerlos de la necesidad de adentrarse en el mercado de la telefonía móvil. Así nació Windows Phone, uno de los operativos móviles más populares de Sudamérica. Además, generó nuevas oportunidades con los centros de datos y a través de la Xbox, consola mediante la que profundizaron en la industria del entretenimiento.

Con Ballmer, los beneficios de la empresa aumentaron US$ 45.000 millones, pasando de US$ 25.000 a US$ 70.000 millones, con un incremento neto de ingresos del 215%.  Finalmente, luego de 14 años a cargo dejó su amado Microsoft y, en 2014, adquirió los Ángeles Clippers por US$ 2.000 millones de dólares.

 

Tres claves para un buen líder

Steve Ballmer sostiene que hay tres claves que ayudan tener éxito profesional y ser un buen líder. En primera instancia, asegura que es muy importante elegir una carrera que se vincule con algo que genere pasión y construir la carrera en torno a eso. Sin embargo, remarca que el éxito estará supeditado a tres cuestiones: trabajo duro, suerte y buenas ideas. En este sentido, considera que la capacidad de innovar y pensar cosas nuevas es fundamental para alcanzar el éxito.

En segundo lugar, remarca el hecho de sentir pasión por el empleo y dedicar un esfuerzo extra, es decir, no trabajar sólo para vivir. Por último, afirma que hay que ser valiente. Cuando Ballmer dejaba el cargo, lo aconsejó a Satya Nadella, su sucesor: “Tienes que ser valiente, pero tiene que tener razón”.

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