El creador de la nueva teoría del espacio-tiempo o la radiación de los agujeros negros, se convierte en un ejemplo de liderazgo para cualquier disciplina o sector. Cuáles son las enseñas del físico que revolucionó la manera de pensar.
Su voz se silenció, su cuerpo se atrofió, pero su espíritu y conocimientos nunca se esfumaron. Los 76 años de vida de Stephen Hawkings significaron un antes y un después de la ciencia. Marcaron un hito único que no solo trajo largos debates, discusiones o planteos sobre el universo entre los científicos, sino también la expansión de los conocimientos y el interés de los menos expertos. Con sus magníficos aportes a la física con sus teorías del espacio-tiempo, el 'big bang' y la radiación de los agujeros negros, el físico, cosmólogo y divulgador científico se convierte en un ejemplo no solo para los conocedores en la materia sino también para el mundo entero que despertó curiosidad y se inspiró en el hombre nacido en Oxford, el 8 de enero de 1942.
A lo largo de su vida, Hawkings fue formándose y sumó a su curriculum académico numerosas titulaciones y reconocimientos en el ámbito. Luego de su título de grado en Oxford en 1962, hizo sus estudios de posgrado en el Trinity Hall de Cambridge. Allí obtuvo su doctorado en física en Cambridge en 1966 y siguió incorporando una docena de títulos honorarios. Su pasión por el estudio del origen del universo fue cada día más intensa y sus estudios e investigaciones comenzaron a centrarse en el campo de la relatividad general, particularmente en la física de los agujeros negros, descrita por primera vez por Robert Oppenheimer en 1939.
14 meses. Tan solo ese tiempo era la esperanza media de vida de una persona diagnosticada de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular que provoca una parálisis muscular progresiva de pronóstico mortal. A los 21 años, el científico recibía la noticia de su padecimiento que, de a poco, comenzó a tomarlo, pero no por completo. Pese a que su estado iba agravándose año tras año, dejándolo casi completamente paralizado, su actividades científica y pública no se redujo o se apagó. La pasión y su involucramiento con la temática, lo llevaron a sacar conclusiones que marcaron la historia de la física.
Su lucha personal con la enfermedad se convirtió en un ejemplo para muchos que padecieron dicha problemática. Fue la persona que más tiempo vivió con la enfermedad. Fueron 55 años, cuando en su momento, le habían dado dos. En silla de rueda, que controlada por un ordenador que manejaba a través de leves movimientos de cabeza y ojos; sin voz, y comunicándose con un sistema de predicción de palabras consiguió llegar a miles de personas y a convertirse en el Einstein del momento.
Su ejemplo de lucha, aceptación y, sobre todo, a la adaptación ante una situación adversa, dio que hablar en todos los ámbitos. Se convirtió en un caso excepcional para el mundo de la medicina. No solo porque fue la persona con más años que sobrevivió con la ELA sino también porque su enfermedad parecía haberse “quemado” y su progreso, al parecer, se había frenado. Algo, hasta el momento, impensado para los médicos.
Uno de los grandes reconocimientos a Hawking fue su interés y su capacidad para trasladar sus conocimientos y todo lo vinculado a la ciencia a todos aquellos que no eran expertos en la materia. El físico se involucró y estudió la manera de clarificar los conceptos científicos para el público medio, a diferencia de sus colegas. Con el peso de su enfermedad y toda la dificultad que eso conlleva, el cosmólogo viajó por el mundo para difundir todos sus saberes. Esto, significo perseverancia y sabiduría para compartir contenidos diversos y dificultosos. Durante la entrega del premio ‘Príncipe de Asturias’ en España, Hawking remarcó la relevancia de que los ciudadanos tengan nociones científicas suficientes para participar en los debates que se abren en los nuevos avances científicos y tecnológicos y así evitar, que todo quede en manos solamente de los expertos.
Con su conocimiento y experiencia, a lo largo de su vida, ha dejado numerosas frases que aún, sin su presencia, marcan al universo entero: