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Sustentabilidad sin rodeos

Analizando los resultados de una encuesta regional propia, el autor concluye que los valores y las relaciones de largo plazo son claves para la rentabilidad empresaria.

Sustentabilidad sin rodeos

Por Fernando Solari, titular de solariScope (Especial para Multitaskers)

Si tenemos que aceptar que la sustentabilidad es un concepto que llegó para quedarse sería bueno también admitir que para muchos no queda claro si su estadía implica que se quede con nuestro negocio -o al menos con la rentabilidad- ya que es tan simple comprender el valor y la necesidad de ponernos todos a favor del medio ambiente y de las personas que componen nuestra comunidad como difícil es comprender de qué forma esto incluye a nuestro negocio.

Una mirada sin prejuicios sobre sustentabilidad nos presentará promesas y mucho de lo que llamamos “filantropía tuneada”: nombres y denominaciones cada vez más entusiastas para identificar acciones cercanas a la caridad empresarial y la supuesta ventaja que nos brinda lograr “que se hable de nosotros”.

Si realmente hay una desconexión entre promesa y realidad podrá ser dejada de lado por las grandes empresas y por aquellas que cuentan con recursos disponibles, pero para las pymes que dependen de su competitividad y de la utilización eficiente de recursos propios sería valioso contar con un poco más de seguridad respecto de la conveniencia para el negocio que brinda la sustentabilidad.

El mercado tiene la respuesta

La aspiración por construir requiere de bases sólidas y no hay mejores cimientos que los que brinda poner a prueba los conceptos fundamentales; los resultados de la “Investigación sobre RSE en el Mundo Hispano”, pueden ayudarnos. Si existe la creencia de que las empresas se vinculan con la comunidad a través del dinero y este es el combustible que permite agilizar la marcha conjunta -con ambas partes en armonía- preguntamos si “El vínculo principal entre empresa y comunidad es el dinero” para encontrarnos un total acuerdo del 9,5% mientras que el 25,5% está en total desacuerdo con la afirmación para llegar a un resultado final con el 43,5%  de acuerdo [total y parcial] y un desacuerdo [total y parcial] del 53%.

Estamos viendo mejor una arista que tiene que ver con uno de los aspectos más controversiales para el mundo empresarial y sobre la cual se presupone que la sustentabilidad nos aleja por lo que vale buscar una nueva mirada que confirme o rectifique el supuesto.

La consideración entonces se plantea de la siguiente manera: “La sostenibilidad empresaria depende, en primer lugar, de que la empresa mantenga la rentabilidad” obteniendo entonces un 42% de total acuerdo frente a un 2,5% de total desacuerdo para cerrar números con un acuerdo [total y parcial] del 85% y un desacuerdo [total y parcial] del 13%.

"La sustentabilidad es un camino que se recorre en equipo con la condición de que todos los que lo transitan se beneficien; la única carga que debemos abandonar en el trayecto es la que perjudica a alguna de las partes, y detenernos para subsanar el daño que causamos."

Resultados que permiten un profundo respiro empresario; si la sostenibilidad depende del mantenimiento de la rentabilidad empresaria todo lo relacionado con ella deberá respetar su esencia y potenciar sus resultados. Tenemos razones suficientes para dejar de alimentar la supuesta tensión entre sustentabilidad y negocio y buscar la mejor forma de potenciarlas a ambas, ya que de eso se trata.

Si conocemos la tendencia a seguir el paso siguiente es el de identificar a los líderes para tener referencias respecto de lo que nos conviene hacer para acercarnos al objetivo; si las empresas son -supuestamente- las malas de la película y las ONGs las buenas, la respuesta debería ser obvia.

Veamos: pusimos a consideración “La evolución de las empresas consiste en ser mejores empresas sin necesidad de migrar hacia las ONGs/OSCs” y obtuvimos un total acuerdo de 56,5% contra un total desacuerdo del 6,5% para cerrar en un acuerdo [total y parcial] del 76,5% y un desacuerdo [total y parcial] del 18%.

La pregunta clave en este caso es ¿qué significa ser una mejor empresa? Si la respuesta es obtener rentabilidad creciente mientras generamos valor para la comunidad que nos reconoce como un actor clave para la evolución positiva de todos estamos en línea con lo que venimos obteniendo como resultado y, lo que es mejor aún, de lo que nos conviene tanto a nosotros como empresa y a la comunidad como tal.

Saber para hacer

Cuando obtenemos respuestas y señales que nos permiten conocer el QUÉ llegamos a las puertas de la etapa que requiere conocer el CÓMO para avanzar, es por eso que indagamos respecto de si “Ayudar a resolver un problema o necesidad a cada stakeholder [cuya solución se vincule con lo que hace nuestra empresa] acompañándolo hasta que lo logre por sí mismo será más beneficioso que darle dinero para pagar las consecuencias de ese problema o necesidad” nos encontramos con un total acuerdo del 65% mientras que el 1% está en total desacuerdo con la afirmación para llegar a un resultado final de acuerdo [total y parcial] del 92,5% y desacuerdo [total y parcial] del 4%.

La sustentabilidad debe cumplir lo que pregona y ser beneficiosa para todos los actores sin dejar de lado a la empresa, cosa que se ve con claridad cuando dejamos los rodeos y buscamos el núcleo central que la hace posible. No hace falta resignar nuestra condición empresaria para lograrlo como tampoco tenemos que suplantar a la comunidad ni obsequiarles lo que nos sobra.

La sustentabilidad es un camino que se recorre en equipo con la condición de que todos los que lo transitan se beneficien; la única carga que debemos abandonar en el trayecto es la que perjudica a alguna de las partes, y detenernos para subsanar el daño que causamos.

Quizás la sustentabilidad esté en una rotonda en la que algunos se hayan entusiasmado con el vértigo que resulta de recorrerla cada vez a mayor velocidad pero el desafío es elegir el empalme que nos permita seguir avanzando hacia la próxima meta.

* El autor es consultor e investigador en temas de Responsabilidad Social Empresaria.

No hagas negocios sin ella